España inició hoy dos intensas semanas de campaña electoral de cara a los comicios del 20 de noviembre, en los que todas las encuestas vaticinan que el conservador Partido Popular (PP) capitalizará el malestar generado por la crisis económica y el desempleo para imponerse cómodamente en las urnas al gobernante Partido Socialista.

El PP aventajaba en 17 puntos al socialismo, según el último sondeo oficial dado a conocer el viernes por el público Centro de Investigaciones Sociólogicas (CIS). Traducido a número de parlamentarios, el PP obtendría 195 de los 350 escaños de los que consta la Cámara Baja.

Una mayoría absoluta que garantizaría al candidato popular Mariano Rajoy la presidencia del gobierno en la sesión de investidura.

La encuesta del CIS deja al PSOE, que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba, con 121 parlamentarios de los 169 que tiene actualmente.

La esperada victoria conservadora devolvería al PP al poder tras ocho años de gobiernos socialistas encabezados por José Luis Rodríguez Zapatero, que decidió no optar a un tercer mandato.

"Creo que hay que tener respeto por los ciudadanos y por eso el gobierno no hace una valoración de la encuesta del CIS", dijo el portavoz y ministro de Fomento, José Blanco. "La campaña es una oportunidad única para que los candidatos contrasten propuestas y programas y para que los ciudadanos decidan".

Hasta la fecha, las encuestas señalan que la ciudadanía está molesta por la gestión de la crisis que atraviesa el país ibérico desde 2008. La economía permanece estancada tras casi dos años de recesión y el desempleo está en el 21,5%, rozando los 5 millones de desocupados.

Rubalcaba eligió Madrid para su primer mitin de campaña, mientras que Rajoy se trasladó a Barcelona, un feudo tradicionalmente adverso para los populares.

Rajoy, quien concurre por tercera vez como candidato tras caer derrotado ante Zapatero en dos ocasiones, insistió en los mensajes de cambio y alternativa que viene repitiendo en los últimos meses. "Esto es insoportable e inaceptable", señaló Rajoy culpabilizando al socialismo de las altas tasas de desempleo. "Lo que está en juego en estas elecciones es si seguimos como hasta ahora, empeorando las cosas cada vez más, o si por fin adivinamos una luz al final del túnel".