"¡Ganó por un bótox!", era la broma entre los pesados Twitteros que siguieron en directo la elección de Carolina Arregui como la nueva monarca de cuatro décadas del Festival.

La musa del área dramática de Canal 13 y novia del cirujano plástico Roy Sothers superó por 94 votos contra 93 a una dulce Carlita Ochoa,  que salió corriendo por los pasillos del Hotel O'Higgins, donde se realizó la eleción más reñida del certamen de la Gaviota. Carlita perdió todos los chilenitos que repartió. Toda la ternura que entregó.

Arregui estaba en la ducha. En su suite del Sheraton Miramar. Creía que estaba perdida ante sus veinteañeras competidoras. Y contó que cuando supo el resultado, se mató de la risa. Se puso una bata. Olvidó los síntomas de amigdalitis. Se plantó sobre sus tacos de realeza de la Quinta Vergara. Y bajó a dar su primer discurso oficial. Dijo que sus votos son "humildad" y "simpleza". Se inspiró y aseguró que lo que más vale es lo que hay dentro del corazón. Sabia. Agregó que "la cascarita va cambiando, y lo único que queda es lo que tienes dentro". Emocionó.

Y con un vestido ajustado de aplicaciones negras, luego respondió que "es un honor, sabiendo que aquí el tema es la apuesta por la pechuga y el tambembe, se le pueda dar importancia a otras cosas". Explicando sobre las empanadas y masajes en la clínica de su marido que obsequió a los periodistas en la campaña, que "una de las mejores maneras de demostrar afecto es la comida".

Sothers, el príncipe consorte, opinaba que el anillo de zafiros y oro de 18 kilates, y el collar de perlas que le regaló a su mujer una popular joyería, junto con la diadema que hoy le pone la alcaldesa en la ceremonia de la coronación, es "la guinda de la torta" a todo que la actriz 44 años ha hecho en su vida.

Mientras otras fuentes cuentan que Arregui ya se ha probado trajebaños para el piscinazo de mañana. Estaría pensando en un trikini, de esos que usó Tonka Tomicic en 2006 y que tapan un buen poco. Porque a no ser por Catherine Fulop, otra soberana cuarentona que mantiene su cuerpo con masajes, electrolitos, hielo, inyecciones y otras ayuditas, el chapuzón es difícil. Toda una prueba.