Un segundo ex director de la estatal Petrobras fue detenido el viernes en una vasta operación contra la corrupción y el lavado de dinero, una noticia que hizo desplomar las cotizaciones bursátiles de la mayor empresa de Brasil.
La Policía Federal anunció que arrestó de manera temporaria a Renato Duque, ex director de Servicios de Petrobras desde 2003 hasta 2012, así como a otras 26 personas, en su mayoría ejecutivos de al menos nueve empresas constructoras que firmaron contratos sospechosos con Petrobras. Entre ellas figuran OAS, Camargo Correa, Queiroz Galvao y Engevix.
Los arrestos y búsquedas involucraron a 300 agentes federales y a 50 funcionarios del Ministerio de Hacienda en el séptimo capítulo de la Operación "Lava Jato" (Operación Limpieza), que comenzó en marzo.
La Policía estima que la red de corrupción movió más de 10.000 millones de reales (3.856 millones de dólares).
DOS JERARCAS DETENIDOS
La policía informó que está cumpliendo 85 mandatos judiciales: seis de prisión preventiva, 21 de prisión temporal, nueve de prisión coercitiva (cuando la persona es llevada a la cárcel para prestar declaraciones) y 49 de búsqueda y captura en los estados de Paraná, Sao Paulo, Rio de Janeiro, Minas Gerais y Pernambuco, así como en la capital del país.
Los acusados deben responder por los delitos de organización criminal, asociación para delinquir, corrupción, fraude a la ley de licitaciones y lavado de dinero, enumeró la policía en un comunicado.
Entre las órdenes de búsqueda, "11 están siendo realizadas en grandes empresas", precisó en un comunicado.
La Policía no ha podido localizar aún a todos los acusados con orden de arresto. Tienen prohibido abandonar el país y sus nombres fueron incluidos en la lista de alerta roja de Interpol.
La justicia brasileña ordenó asimismo el bloqueo de 720 millones de reales (unos 277 millones de dólares) en bienes pertenecientes a 36 investigados, así como todos los valores de tres empresas aún no identificadas.
Duque, ex director de Servicios de Petrobras, fue arrestado en su casa de Rio de Janeiro, y su detención se suma a la del ex director de Abastecimiento Paulo Roberto Costa en marzo.
Para reducir su pena, Costa, actualmente en prisión domiciliaria, denunció un esquema de pago de sobornos a más de 50 legisladores (incluidos los presidentes de ambas cámaras del Congreso), gobernadores, al ministro de Energía, del Partido de los Trabajadores (en el poder desde 2003) y de dos partidos de la coalición gobernante, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB, centro) y el Partido Progresista (PP, centro).
Parte de sus denuncias, que no han sido probadas, se filtraron a la prensa en plena campaña electoral.
Costa asegura que las empresas constructoras pagaban sobreprecios en los contratos que eran destinados a las cajas de los partidos políticos y a sobornar a legisladores.
Las coimas existirían desde que el PT llegó al poder en 2003. La presidenta Dilma Rousseff, reelecta el 26 de octubre para un segundo mandato, fue ministra de Energía de 2003 a 2005 y presidenta del consejo de administración de Petrobras de 2003 a 2010.
El empresario Alberto Youssef, también preso desde marzo y acusado de liderar la red de lavado de activos, se beneficia asimismo de un acuerdo con la justicia para reducir su pena.
Yousseff llegó a revelar, según la revista Veja, que Rousseff y el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) estaban al tanto del esquema de corrupción. La presidenta y Lula rechazaron tajantemente las acusaciones, dijeron que se trataba de "terrorismo electoral" y anunciaron acciones ante la justicia.