Las autoridades cubanas arrestaron a la  artista Tania Bruguera y otros disidentes para impedir una tribuna pública en  La Habana, en una ola represiva que causó este miércoles el primer roce entre  Cuba y Estados Unidos tras su histórica reconciliación.

Bruguera, de 46 años, y otros disidentes fueron arrestados o puestos bajo arresto domiciliario el martes para impedir que desafiaran al gobierno en la  tribuna pública que la artista haría en la Plaza de la Revolución de La Habana,  pero algunos ya fueron liberados, según el portal opositor 14ymedio.

"Bruguera se encuentra arrestada en la unidad policial de Acosta en el  municipio de Diez de Octubre en La Habana", indicó el portal, que dirige la  célebre bloguera opositora Yoani Sánchez, quien estuvo bajo arresto  domiciliario el martes, pero ya fue liberada.

El marido de Sánchez y editor general de 14ymedio, Reinaldo Escobar, quien  estuvo detenido varias horas y fue liberado el martes en la noche, "afirma que  vio a Tania vistiendo 'un uniforme gris de presidiaria'" en ese mismo cuartel  policial, indicó el portal. 

Al igual que Bruguera, otros activistas siguen bajo arresto desde el  martes, en la primera ola represiva tras el acuerdo de Cuba y Estados Unidos de  restablecer relaciones diplomáticas, anunciado el 17 de diciembre  simultáneamente por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro. 

En los últimos años, ha sido tradicional que los disidentes arrestados sean  liberados horas después, sin cargos.

Los medios oficiales cubanos, que habían descrito la "performance"  artística que Bruguera pretendía hacer como una "provocación política", no han  informado sobre estos arrestos, que llevaron a Estados Unidos a manifestarse  "profundamente preocupado".

"Estamos profundamente preocupados por las últimas informaciones de  detenciones por parte de las autoridades cubanas de miembros pacíficos de la  sociedad civil y de activistas", dijo el Departamento de Estado norteamericano  en un comunicado.

"Condenamos fuertemente el acoso continuo del gobierno cubano y el recurso  repetido a la detención arbitraria, a veces con violencia, para silenciar a los  críticos, perturbar las reuniones pacíficas y la libertad (de) expresión, e  intimidar a ciudadanos", agregó.

AGENTES EN APARTAMENTO DE BRUGUERA

El disidente Elizardo Sánchez había denunciado el martes a la AFP que una  decena de opositores habían sido arrestados para impedir la "performance" en la  emblemática Plaza, corazón político de Cuba, donde Bruguera colocaría una  tribuna y un micrófono para que cualquier cubano dijera lo que quisiera durante  un minuto. 

"Hubo muchos detenidos en las casas y otros con arresto domiciliarios",  declaró a la AFP Sánchez, líder de la ilegal aunque tolerada Comisión Cubana de  Derechos Humanos.

Una veintena de opositores y numerosos corresponsales extranjeros llegaron  a la Plaza el martes a la hora indicada, las 15.00 locales (20.00 GMT) pero

la  artista no se presentó en el lugar, sin que pudiera ser contactada, puesto que  su celular estaba fuera de servicio y su apartamento custodiado por policías de  civil que impedían el acceso, constataron periodistas de la AFP. 

Bruguera -quien reside alternativamente en Cuba, Estados Unidos y Francia-  había promocionado su actividad a través de las redes sociales, al margen de  los medios de la isla, que están bajo control estatal.

Según 14ymedio, siguen detenidos su reportero Víctor Ariel González, los  disidentes Antonio Rodiles y Eliécer Ávila, el fotógrafo Claudio Fuentes y su  acompañante, Eva Baquero.

Este portal es el único medio independiente en Cuba, pero casi no se lee en  la isla debido a la escasa cobertura de Internet y porque a veces es bloqueado.

"PROVOCACIÓN POLÍTICA Y REALITY SHOW"

La artista había convocado a los cubanos a que expresaran libremente sus  ideas sobre el futuro de la isla, pero era poco probable que esta actividad  fuera tolerada por el gobierno comunista.

La Plaza es escenario de multitudinarias manifestaciones del gobierno y al  frente de ella se encuentran la casa de gobierno, el Comité Central del Partido  Comunista (único) y el poderoso Ministerio de las Fuerzas Armadas  Revolucionarias. 

La performance había sido rechazada de antemano por la oficialista Unión de  Escritores y Artistas de Cuba, que la tildó de "provocación política", y por el  Consejo Nacional de Artes Plásticas, dependiente del Ministerio de Cultura, que  afirmó que se trataba de un "reality show" y no una obra de arte.