Arsenal se dio el gran gusto de la temporada. Y nada menos que en Old Trafford, que le venía negando una victoria desde 2006. Los gunners, con Alexis Sánchez como titular, venció a domicilio a Manchester United por 2-1 y clasificó a la semifinal de la FA Cup.

Casi eliminado de la Liga de Campeones, donde debe remontar la próxima semana como visitante el 3-1 que le propinó Mónaco en la ida de los octavos de final, y sin chances en la Premier, Arsenal se había fijado el trofeo más antiguo del mundo como la prioridad. Por eso, pese a la racha negativa en la casa de los Diablos Rojos, salió a pelear su chance con mucha personalidad, justamente un atributo que suele escasear en el equipo en los momentos importantes.

El equipo de Arsene Wenger, sabiendo que una victoria los instalaba entre los cuatro semifinalistas, golpeó primero. Nacho Monreal aprovechó una gran jugada de Chamberlain para batir al portero De Gea con un toque suave de zurda.

Pese a que la ventaja no le duró mucho a los londinenses, porque Rooney empató 120 segundos después a través de un cabezazo, Arsenal siguió con el control de las acciones. Sánchez, instalado como extremo izquierdo, intentaba ganar su duelo sobre el ecuatoriano Antonio Valencia, para luego desequilibrar en el área, pero no tenía éxito.

En el segundo tiempo, el chileno tuvo una ocasión recién reanudado el juego, pero su derechazo, trabado en el camino, fue bien contenido por De Gea. Sería el llamado de alerta de Arsenal, que no parecía achicarse en un escenario siempre complejo.

Curiosamente, un ex Manchester United, Danny Welbeck, sería el encargado de romper los nueve años de sequía, tras aprovechaR un grueso error de Valencia. El ariete eludió al portero de los Diablos Rojos, tras un rechazo corto del ecuatoriano, y liquidó el pleito con el arco descubierto.

Incluso pudo aumentar la visita, por intermedio de Cazorla, luego de una asistencia del chileno, pero esta vez respondió bien De Gea. Y el propio Sánchez tuvo en los descuentos la tercera cifra, pero otra vez el arquero español sacó una mano salvadora. A esa altura, el cuadro local, con un hombre menos por expulsión de Ángel Di María, ya no tenía ideas para romper la hegemonía del juego del Arsenal.

El 2-1 final fue el justo premio para el equipo que más propuso desde el juego y que más personalidad mostró quedarse con el juego. De paso, Sánchez quedó cerca de sumar un nuevo trofeo en Inglaterra, luego de la Community Shield que ganó en agosto pasado.