Creado por Julio Grondona, vicepresidente de la FIFA y presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), Arsenal de Sarandí, un modesto club de barrio, se dio el gusto de consagrarse campeón por primera vez en la máxima categoría al conquistar ayer el torneo Clausura-2012.
El Arsenal Fútbol Club, bautizado así en homenaje a su homónimo inglés, que por aquellos días dominaba la liga británica, fue fundado en enero de 1957 por los hermanos Julio y Héctor Grondona, junto con un grupo de amigos, hinchas de Independiente y Racing de Avellaneda, como una muestra de amistad más allá de las diferentes camisetas.
Por esa razón, la camiseta de Arsenal incluye los colores preponderantes de Racing (el celeste) y de Independiente (el rojo), y esa combinación es la que mantuvo desde siempre.
Arsenal, el club más joven de los veinte que militan en la máxima división de Argentina, ostenta el curioso privilegio de no haber descendido, pues le tocó forjarse desde la categoría más baja, pero jamás retrocedió, un logro que sólo comparte con Boca Juniors e Independiente.
El equipo creado en el barrio suburbano de Sarandí (periferia sur) comenzó su participación en la División de Aficionados (cuarta división) en 1961, y al año siguiente subió a la Primera C, división que sólo recorrió dos temporadas, pues en 1963 ascendió a la Primera B.
En esa categoría permaneció casi tres décadas, hasta que en 1992 logró escalar a la Primera B Nacional, que por entonces había pasado a ser la segunda división.
Por fin, en mayo de 2002, se dio el gusto de saltar a primera al imponerse en un torneo octogonal, con Jorge Burruchaga, ex jugador del club y campeón mundial con Argentina en México 1986, como entrenador.
Para sorpresa de muchos, Arsenal se acostumbró rápido a la máxima categoría y los buenos resultados le permitieron mantenerse casi siempre por encima de la mitad de la tabla e incluso logró clasificarse en varias ocasiones a la Copa Sudamericana.
Justamente, en diciembre de 2007, Arsenal, el club con apenas cinco años en la primera división, asombró al adueñarse de la Copa Sudamericana a expensas del poderoso América de México, por convertir más goles como visitante, luego de ganar 3-2 en suelo azteca y de caer por 2-1 en cancha de Racing.
Siete meses después, logró otra estrella al obtener la Copa Suruga Bank, al ganarle en Tokio al Gamba Osaka por 1-0.
Conducido desde hace más de medio siglo por miembros de la familia Grondona o allegados a la misma, Arsenal construyó y edificó su propio camino hasta codearse con los grandes, y con mucho esfuerzo logró anotarse en la galería de los campeones del fútbol argentino.