Los inicios de la abstracción geométrica en Chile datan de 1921, cuando la artista Sara Malvar ilustró el poema Moulin, de Vicente Huidobro. Ese hito, que desafió a la escena plástica local, dio paso a un singular movimiento que ya cumple 90 años.

"Tengo amor por la idea del cuadrado, la más clara, impasible y serena", dice Malvar, admiradora de Piccaso y el cubismo, en una declaración de principios en plenos años 20. "Si viniéramos a la vida con una conciencia geométrica, en equilibrio, sin sombras, donde todo fuera liso, continuo y lleno de orgullo, habría entonces una ciudad blanca, recta, metálica, de líneas precisas, justas, sin molicie, y sin adorno, el equilibrio armónico de los valores necesarios. El país geométrico donde querríamos vivir, país del dominio y del renunciamiento de sí mismo, de igualdad y de claridad".

Ese "país geométrico" imaginado por Malvar (amiga del escritor Juan Emar, quien desde su tribuna en el diario La Nación defendió a los precursores del cubismo en Chile) inspira ahora el título de una exposición que se abrirá el jueves, a las 19 horas, en la Pinacoteca de la Universidad de Concepción.

"La abstracción geométrica es un ente ordenador y clarificador. Implica la búsqueda de un nuevo orden visual", dice el curador de la muestra Ernesto Muñoz, junto a Sandra Santander. Y agrega: "Es una pintura pura, que prescinde de la pincelada gestual con campos cromáticos definidos, divididos rígidamente entre sí, de colores intensos y contornos duros,  de  austeridad en las formas, libre de la representación figurativa".

Desde esos preceptos, el movimiento apela a una participación activa y democrática del espectador. Se trata de ideas, objetos y atmósferas contenidas en obras exentas de imágenes reconocibles.

Junto a Malvar, sus precursores en Chile fueron Hernán Gazmuri, Carlos Sotomayor, Ana Cortés y Hernán Larraín Peró. En los 50 surgen Ramón Vergara Grez, Matilde Pérez, Eduardo Meeissner, Carmen Piemonte, Elsa Bolívar, Mario Carreño y Gustavo Poblete. Su legado y postulados estéticos son revisados por pintores contemporáneos, como Andrés Vio, Ximena Mandiola, Patricio Court, Carolina Edwards, Magdalena Atria o Andrés Hermosilla, quienes también integran la muestra.