El cuerpo humano es el protagonista del V Encuentro de Arte Corporal que se celebra hasta mañana domingo en Caracas, donde artistas de todo el mundo muestran sus trabajos utilizando como lienzo o molde la silueta de hombres y mujeres.

En este arte el cuerpo es el único material de trabajo: desde pinturas hasta perforaciones, los artistas aprovechan, a veces hasta límites extremos, todos y cada uno de los puntos de la anatomía para mostrar su talento.

Este fin de semana, y por quinto año consecutivo, los mejores artistas corporales del mundo se reúnen en Venezuela para acercar un poco más esta destreza y desarrollar en vivo y directo sus habilidades a la hora de pintar la piel humana o de perforar órganos.

En la sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño, centro caraqueño, se dio inicio el viernes al V Encuentro de Arte Corporal, que congrega a artistas de Alemania, Argentina, Bulgaria, Cuba, China, Estados Unidos, Francia, Italia, Países Bajos, Bulgaria Reino Unido y Venezuela.

El ministro venezolano de Cultura, Farruco Sesto, que presidió la gala, aseguró que las vestimentas y pinturas corporales de los pueblos originarios de Venezuela fueron los que inspiraron la creación de este evento que cada año "tiene más éxito".

"Este es el acontecimiento más importante que hay en el mundo en arte corporal. Hay unos que son especializados, pero aquí se reúnen todos los campos", aseguró Sesto, que hizo un llamamiento al pueblo venezolano para que participe en los diferentes actos que se van a celebrar en el circuito cultural de Bellas Artes.

GALA INAUGURAL
En la gala inaugural del viernes, el público que abarrotó los espacios feriales, pudo disfrutar de los trabajos de los mejores artistas del mundo.

Venezuela abrió la ceremonia con un desfile de ropa y acto seguido la gran mayoría de los creadores deleitaron a un público ávido, expectante y bullicioso.

Uno de lo que más conectó con la grada fue el pintor corporal estadounidense Craig Tracy, quién desde primera hora de la tarde dibujó los cuerpos de sus modelos a la vista de todo el mundo y permitió a la gente participar.

Aunque sin duda la actuación más polémica fue la del francés Lukas Zpira, que puso a prueba el aguante de los presentes al balancearse de un lado a otro del escenario colgando de unas cuerdas que enganchó a su espalda con aceros.

El ser humano siempre ha utilizado su cuerpo como manera de expresión, y sigue sirviendo de inspiración para convertirlo en un arte que cada día cuenta con más adeptos en la sociedad occidental, según comentaron los organizadores en una exposición previa a la apertura de muestra.

ARTE CORPORAL
En una serie de videos y de letreros ubicados en el recinto ferial, se podía leer que los piercings en las orejas y los tatuajes en los brazos que tanto impacto generaron años atrás, dan paso a nuevas tendencias que suscitan tanta o más polémica, por su impacto visual.

Agujerear o tatuar el cuerpo completamente son prácticas cada vez más comunes, mientras que la mutilación gana cada día más seguidores, destacando la "lengua se serpiente", que consiste en cortar por la mitad a la "sin hueso" para parecer un reptil.

La fuerza que están adquiriendo estas modas originan que, socialmente, el arte corporal sea considerado como una técnica más que los diferentes creadores utilizan para exteriorizar su inspiración.

Si bien este concepto de arte surge en la década de 1960, es bastante difícil especificar cuándo fue la primera vez que el ser humano utilizó su cuerpo como medida de expresión, ya que las perforaciones, mutilaciones o tatuajes han sido parte de muchas culturas siglos atrás.

Incluso antes de que se grabase la primera piedra, el ser humano ya aplicaba pigmentos sobre su cuerpo para afirmar su identidad, la pertenencia a su grupo o situarse con relación a su ambiente.

Esta práctica servía como instrumento de transformación: los dibujos y los colores permitían cambiar de identidad, señalar la entrada en un nuevo estado o grupo social, definir una posición ritual o reafirmar la pertenencia a una comunidad determinada.

Lo extraño y curioso de un arte que cada día gana más adeptos, parece maravillar al público caraqueño, que abarrotó la sala del Teresa Carreño y que cada año se vuelca con este festival.