Artista e inventor: el genio de Da Vinci aterriza en el Parque O'Higgins
Ayer se abrió la muestra que recrea los artefactos diseñados por el pintor italiano en el siglo XV.
Fue por lejos el inventor más prolífico de la historia, pero pocas de sus creaciones se llevaron a la realidad. Dicen que uno de los pocos fue el odómetro, un dispositivo que mide los trayectos, y que Leonardo Da Vinci habría probado contando los kilómetros que hay entre Pisa y Florencia. Se equivocó por poco: en lugar de contar 115, contó 99. Más allá de los errores de cálculo, el ingenio del artista, nacido en 1452, superó al de cualquiera de su época y hasta hoy es admirado por la cantidad de áreas del conocimiento que dominó, desde la pintura a la anatomía, la botánica, la ingeniería y la arquitectura.
Una razón por la cual gran parte de sus inventos quedaron sólo en el papel es que Da Vinci solía escribir sus visionarios diseños al revés, de manera que sólo podían ser descifrados utilizando un espejo. Artimaña que fue revelada mucho tiempo después, cuando el genio ya había muerto y sus escritos fueron descubiertos y convertidos en patrimonio de la humanidad.
Es así como un grupo de artesanos florentinos trabajó sobre los códices y recreó algunos de los inventos imaginados por Leonardo hace más de 500 años, con el fin de ponerlos a disposición del público general, a través de la muestra Experiencia Da Vinci. La exposición abrió ayer en el Parque O'Higgins con 65 máquinas, además de reproducciones de los más famosos cuadros del florentino, como La Mona Lisa, La última cena, El Hombre de Vitruvio y La Anunciación.
Organizada por el productor argentino Ezequiel Peña y patrocinada por la Embajada de Italia, el Instituto Italiano de Cultura y el municipio de Santiago, la exhibición, que lleva más de 10 años recorriendo distintos países, ya vino a Chile en 2008, pero hoy llega en su versión más renovada: esta vez, todas las maquinarias pueden ser tocadas y manipuladas por el público. Ayer, un grupo de 170 alumnos de octavo básico y segundo medio de Nuestra Señora de Andacollo de Peñalolén y del Colegio Artístico Salvador de La Florida se transformaron en los primeros en interactuar con los objetos de la muestra. "Nos interesa mucho la naturaleza lúdica de esta exposición, que los niños se motiven a aprender y a convertirse también en inventores a través de la figura de Da Vinci", señala Peña.
La muestra ya ha sido vista en Buenos Aires, Singapur, Manila y Las Vegas, y luego de Chile irá a Uruguay y Brasil. El recorrido consta de 1.500 metros cuadrados, instalados en un moderno domo, que mezcla en todo momento la faceta de pintor de Da Vinci con la de inventor.
Los primeros inventos apelan a su conocimiento de ingeniería civil, como el primer auto a manivela, una máquina para levantar postes y una grúa giratoria. Entre sus estudios sobre vuelo destacan el tornillo aéreo, unas alas delta y un paracaídas. Da Vinci también creó un mecanismo de reloj, un piano portátil, un equipo de buceo, una catapulta y un tanque de guerra.
"Es conocido que Da Vinci fue un hombre pacifista. Sin embargo, también tiene inventos militares, encargados por las familias poderosas de la época, que eran sus mecenas: los Médicis y los Sforza", cuenta Ezequiel Peña.
Claro que no todo era para ir a la ofensiva. Da Vinci también creó sistemas para proteger a las ciudades: como en 1484, cuando Milán fue asolada por la peste y el florentino no demoró en diseñar una red hidráulica para descontaminar los ríos, inspirada en el sistema de irrigación del cuerpo humano y que también se exhibe en Experiencia Da Vinci.
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