Un densa nube de polvo se suspende en la entrada del Parque Deportivo de Peñalolén. A poco andar, van apareciendo las figuras, entre la niebla blanca. Son hombres y mujeres vestidos con overoles, cascos, lentes, mascarillas y guantes, quienes trabajan incesantemente, martillando y cortando inmensos bloques de mármol. No son obreros, pero lo parecen. Son ocho artistas locales y extranjeros, quienes durante los próximos 15 días prometen regalar ocho nuevas obras para la creación de un parque de esculturas en la comuna.

La delegación, comisionada por el creador chileno José Miguel Cárcamo, trabaja a toda marcha. Hace sólo unos días llegaron los bloques de piedra marmolina travertina desde Calama para instalarse en la explanada del Parque Deportivo de Peñalolén, donde serán esculpidos por cada artista según su propio estilo. "No quise amarrarlos con un tema definido. Todos son profesionales con un lenguaje propio y merecen crear libremente. Quizás  un pie forzado es la naturaleza y el deporte, pero no se trata de esculpir a un atleta lanzando la bala, esto es escultura contemporánea que deja espacio a la libre interpretación del público", dice Cárcamo, quien hará una obra inspirada en el imaginario precolombino.

"Me parece importante poder hacer un parque de esculturas en Peñalolén y salir del circuito de elite del arte para traerlo a un lugar donde la gente no está habituada", agrega el escultor. Todas las piezas medirán dos metros de alto y al finalizarlas serán ubicadas en un sendero frente al velódromo recientemente inaugurado.

Unos pasos más lejos de Cárcamo trabaja el mexicano Jorge de Santiago. Con una carrera que suma más de 45 exhibiciones y  esculturas públicas en países como EE.UU.,  Francia, India y China, el artista trabaja en un pieza que recoge el movimiento y el vigor de los deportistas. "Hace tiempo que quería estar en Chile y esta es una gran oportunidad, quería hacer algo que graficara el momento que se vive con los Odesur", dice el mexicano.

Entre los extranjeros están también el ecuatoriano Milton Estrella, la española Gemma Domínguez y la argentina Claudia Díaz. Mientras que de los chilenos destacan Mauricio Guajardo, Marcela Romagnoli y Vicente Gajardo. Galardonado con un Premio Altazor en 2011 y uno de los principales referentes de la escultura pública en el país a través de sus obras para el Paseo La Pastora en Las Condes o el Parque de las Esculturas de la Universidad de Talca, Gajardo trabaja en una obra de formas simples, que apela al arte primitivo: cortará en trozos rectangulares el bloque y luego volverá a unir los volúmenes en una especie de tótem. "Es una obra dinámica y abierta. Creo que nuestro deber es aportar con nuestra propia experiencia y dar inicio a este parque con obras que se mantengan siempre vigentes", dice el artista.

Financiado por el municipio, a través de la Ley de Donaciones Culturales, el proyecto costará cerca de 50 millones de pesos e incluye la realización de un documental y un catálogo. Además, durante el segundo semestre, cuatro de las esculturas serán exhibidas en el frontis del Museo de Bellas Artes.