Artur Mas: El jefe del gobierno de Cataluña que desafía a Rajoy
Nacido en Barcelona en 1956 en el seno de una familia acomodada y educado en el prestigioso Liceo francés, Mas se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona en 1974. Hace dos años tomó las triendas del territorio económicamente más fuerte de España y ahora lidera las ansias independentistas.
Hasta hace no mucho tiempo, Artur Mas (56) llevaba aún consigo el sobrenombre de eterno candidato. En 2001 fue elegido "delfín" de Jordi Pujol, el mítico líder nacionalista que gobernó Cataluña durante 23 años consecutivos. Pero las dos primeras veces que se presentó a las elecciones autonómicas en la región del noreste de España no consiguió hacerse con la presidencia del Ejecutivo regional.
Ahora, dos años después de haberse alzado por fin con el gobierno del territorio económicamente más fuerte de España, Mas adelanta los comicios. Y lo hace convertido en adalid de las ansias secesionistas catalanas al frente de un partido, Convergència i Unió (CiU), que nunca había llevado la independencia de España en su programa electoral.
"No me siento un salvador de este país, me siento un servidor", manifestó Mas en el discurso con el que hace dos años fue investido como 129 presidente de la Generalitat de Cataluña. "Son tiempos de jugársela. Y es al pueblo de Cataluña a quien toca decidir quién debe guiar y con qué fuerza este proceso", aseguró en las últimas horas en el mismo lugar, el Parlamento catalán.
Mas se ha puesto al frente del clamor independentista que agita Cataluña con más fuerza desde la llegada de la crisis económica a España y ha decidido desafiar al Estado español -sorprendiendo a propios y ajenos-, al convertirse en el primer jefe de un Ejecutivo catalán que apuesta por la creación de un Estado propio para Cataluña.
Durante dos años ha gobernado sin mayoría absoluta en el Parlamento regional catalán. A CiU le faltaron seis diputados para conseguirla en las elecciones de noviembre de hace dos años.
Ahora, según los analistas, la posibilidad de que arrase en los comicios anticipados es real, al haberse sabido colocar al frente de una reivindicación independentista que hasta ahora había estado protagonizada por los partidos catalanes que llevan esa ideología en su nombre y en su programa electoral, todos de tamaño mucho menor que una CiU que en el Congreso de los Diputados español, en Madrid, ha sostenido en ocasiones a lo largo de los últimos 30 años a gobiernos tanto de derecha como de izquierda.
Hace apenas tres años, Mas dijo que temía un referendo en Cataluña porque creía que la región podía decir que quería seguir formando parte de España. Ahora él mismo se coloca al frente de un proceso hacia un Estado propio que quiere comenzar tras las elecciones.
SUS INICIOS
Nacido en Barcelona en 1956 en el seno de una familia acomodada y educado en el prestigioso Liceo francés, Mas se licenció en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Barcelona en 1974.
Según compañeros de carrera, lo suyo eran los estudios y los paseos en yate, y dicen que rehuyó los avatares de la transición democrática, todo lo contrario a su mentor político, Jordi Pujol, activo contra el franquismo y quien llegó a pagar con cárcel su ideología.
La política no parecía importar mucho al joven Mas y no fue hasta casi los 30 años cuando se afilió a CiU. Anteriormente había pasado por el Departamento de Comercio del gobierno regional catalán, en una carrera típica de tecnócrata.
Trabajó de ejecutivo en el sector privado de 1987 a 1995, año en el que entró por primera vez en la lista de CiU al Parlamento catalán, y Pujol lo nombró consejero de Política Territorial. Dos años después pasó a encabezar la Consejería de Economía y en enero de 2001 el entonces "president" lo nombró "conseller en cap", una especie de primer ministro en Cataluña.
Dirigentes de su propio partido han señalado en alguna ocasión que una de sus grandes virtudes es tener un perfil político y humano "sin aristas", que "no suscita oposición".
Sus detractores, los mismos que le reprochaban escasez de ideología y bajo perfil político cuando fue elegido por Pujol, decían que no se le conocía una sola idea que no fuera una mera expresión de la doctrina oficial "convergente".
Pero tras ser nombrado como sucesor, fue haciéndose poco a poco con las riendas de CiU e incluso llegó a alejarse en algunos momentos del propio Pujol. En 2007 comenzó a hablar de soberanismo y del derecho de los catalanes a decidir. Y ahora, ya claramente, se ha convertido en el primer presidente de Cataluña que apuesta públicamente por el Estado propio desde el regreso de España a la senda democrática, tras la muerte del dictador Francisco Franco.
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