Arturo Vidal volvió a jugar ante Perú un partido completo por la selección chilena, tal como frente a México en septiembre. Una muy buena noticia para Jorge Sampaoli, quien parece cada día más convencido de que llevar al volante al Mundial no trajo ninguna secuela en su dañada rodilla derecha.
La durabilidad del mediocampista ya no parece ser tema para el cuerpo técnico ni médico de la Roja, más allá de que después del partido presentó algunas molestias en el tendón. "Ahora lo vi mucho mejor que la vez anterior, en Estados Unidos, donde no tuvo tanta precisión", reconoció el DT, sin mostrarse demasiado preocupado por el problema que presentó el seleccionado.
Ahora, la labor de Sampaoli parece estar encaminada a encontrarle la posición justa a Vidal en un esquema que pocas veces cambia en el último tiempo. El DT cree que ahora que está más recuperado en lo físico y futbolístico, el hombre formado en Colo Colo debe de una vez por todas tomar el nivel de protagonismo que tiene en Italia con Juventus.
SÁNCHEZ LO LIMITA
El viernes, en Valparaíso, el casildense volvió a ubicarlo detrás de los dos delanteros, como el mediocampista más adelantado, tal como lo situó en el Mundial en los duelos ante España y Brasil. Una variante que, a juicio del técnico, le permite a la Selección presionar más alto. Pero que, al mismo tiempo, le quita precisión al equipo en el último pase, sobre todo si Alexis Sánchez queda como referencia de área.
Vidal, en busca de su estado ideal, no defraudó, pero tampoco descolló, más allá del comentario positivo que le entregó Sampaoli luego del juego. No fue precisamente el 9 falso, como suele definir el DT al tercer hombre que se incrusta entre Sánchez y Eduardo Vargas. Más bien, se instaló la mayor parte del tiempo sobre el costado derecho, intentando desde esa zona habilitar preferentemente a Mauricio Isla, por un tema de perfil, y a Eduardo Vargas, quien era el que más insistía por esa zona.
Tuvo buenos pasajes en los primeros 45 minutos. Sobre todo en el arranque, cuando el equipo seguía más o menos la línea de juego establecida por Sampaoli. De hecho, tuvo en su botín derecho la apertura de la cuenta, pero su remate salió apenas desviado del arco defendido por Raúl Fernández.
Sin embargo, a medida que transcurría el partido y Alexis Sánchez comenzaba a retroceder, para convertirse en el circunstancial conductor del equipo, Vidal comenzó a perder protagonismo. Sin tenencia, no fue referencia. Y él mismo lo comenzó a notar en la cancha.
Todo pasaba, inevitablemente, por Sánchez, quien a ratos jugó incluso al lado de Charles Aránguiz para tener mejor panorama de juego. Mientras, Vidal buscaba algún lugar donde hacerse importante, sin éxito. De hecho, en el segundo tiempo terminó como un volante izquierdo, sin mayor incidencia en el juego.
"Arturo terminó corriendo mucho y por eso quedó muy cansado. Para mí, en el balance, fue determinante", diría Sampaoli tras el partido sobre el rendimiento de Vidal, quien por ahora sigue en busca del liderazgo que goza en Italia y que aún no logra protagonizar en la selección chilena.