El Arzobispado chileno recibió hoy del Vaticano la Carta Circular dirigida a las Conferencias Episcopales proponiendo la elaboración de Líneas Guía para tratar los casos de abuso sexual de menores por parte del clero, en la que se hace claro hincapié en que los obispos deberían buscar la protección de los menores y ayudar a las víctimas de sacerdotes pederastas a encontrar asistencia.

De acuerdo a los lineamientos presentados por la Santa Sede, las iglesias tienen como plazo crear estas directrices mayo del 2012. Se recomienda una atención prioritaria a las víctimas, los programas de prevención, la formación de los seminaristas y la formación permanente del clero, la cooperación con las autoridades civiles, "la aplicación atenta y rigurosa de la normativa canónica más actualizada en esta materia son las orientaciones principales que deben constituir las Directrices en todo el mundo", dice la carta.

El Vaticano ordena que lo primero es entregar atención a las víctimas, ya sea la escucha y la asistencia espiritual y psicológica, además del desarrollo de programas de prevención.

Por otro lado, se recomienda el acompañamiento de los sacerdotes, "su formación permanente y la formación a su responsabilidad en el ámbito de los abusos, la manera de seguirlos cuando se les acusa, de tratar según el derecho los eventuales casos de abuso, la rehabilitación de la reputación de quien haya sido acusado injustamente", dice el Vaticano.

En caso de acusaciones creíbles, los obispos y superiores mayores deben remitir el caso a la Congregación para la Doctrina de la Fe, que ofrece las indicaciones para el seguimiento del caso, como las medidas cautelares que hay que imponer y de la información que debe darse al acusado durante la investigación preliminar.

El mes pasado la Conferencia Episcopal chilena dio a conocer el protocolo de convivencia para prevenir abusos sexuales, el que ya hace lineamientos claros en cuanto a la manera de reacción de la iglesia al recibir una denuncia.