El arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati, se refirió esta mañana a la crítica situación de salud de los 32 presos mapuches que se encuentran en huelga de hambre para reclamar el término de la aplicación de la ley antiterrorista en sus causas. A quienes ayer se sumaron dos jóvenes mapuches recluidos en un centro de menores en el sur del país.

"La situación es preocupante, creo que la situación de ellos amerita un pronto diálogo. La posibilidad de sentarse sobre la mesa para poner los problemas al alcance de nuestra racionalidad", indicó a radio Cooperativa el arzobispo de Concepción. "Estamos frente a un problema bastante extremo que requiere un diálogo pronto", agregó Ezzati.

"La huelga de hambre tiene ne estos momentos características que uno debe evaluar también desde la perspectiva ética, porque está en riesgo la vida. No se trata de borrar la culpabilidad de estas personas, se trata fundamentalmente de buscar aquellos caminos que permitan un juicio que sea justo y que al mismo tiempo respete la identidad de estas personas", sostuvo.

En cuanto a los recientes anuncios del gobierno, sobre el proyecto de ley que enviará al Congreso para reformar el funcionamiento de la justicia militar en el país, monseñor Ezzatis señaló que esto percibió "como una esperanza. Sin embargo, los detenidos piden garantías y espero que esas garantías se puedan dar cuento antes".

"He tenido contactos la semana antepasada con el ministro Larroulet (ministro secretario general de la Presidencia) y en el día de ayer me llamó el ministro del Interior (Rodrigo Hinzpeter) para indicarme cuál iba a ser el camino que el gobierno está implementando", explicó el arzobispo sobre el contacto que ha tenido con personeros de gobierno para buscar una pronta solución a esta huelga de hambre que ahora llevan 34 mapuches en el sur de Chile.

"Yo invito a las partes, al diálogo, invito a los mapuches que están detenidos a mirar la propia vida, son todos muy jóvenes. Me llamaba también la atención la juventud de la inmensa mayoría está por debajo de los 30 años. Casi todos tienen hijos y sin duda alguna, ese factor humano, ese respeto a la propia vida, ese factor del vínculo familiar también es muy potente", concluyó.