La ofensiva militar israelí que se inició el 8 de julio en Gaza deja hasta el momento 1.766 fallecidos y 9.500 heridos, en su mayoría civiles, según informó este domingo el Ministerio de Sanidad en la Franja.

"En los 27 días que dura la guerra en la Franja de Gaza, Israel ha matado hasta la fecha a 1.766 personas y herido a otras 9.500, dos tercios de los cuales son civiles, incluidos mujeres, niños y personas mayores", reza un comunicado del citado Ministerio.

Su portavoz en Gaza, Ashraf al Qedra, dijo hoy que durante la jornada han muerto al menos 54 palestinos en bombardeos de tanques y aviones israelíes sobre varios puntos del enclave costero.

Y precisó que entre los fallecidos se cuentan una decena que perdieron la vida en un nuevo ataque aéreo israelí sobre una escuela regentada por la Agencia de la ONU para el Socorro a los Refugiados Palestinos (UNRWA) en la localidad de Rafah, al sur de la Franja, suceso que calificó de "verdadera masacre".

Al Qedra explicó que otras nueve personas, todas miembros de la misma familia, murieron en otro bombardeo de la aviación israelí contra una vivienda en Rafah, población especialmente golpeada en los últimos dos días.

Asimismo, añadió que otros cuatro familiares, incluido un menor, se encuentran entre las víctimas mortales provocadas por otro ataque aéreo contra una casa en la misma localidad, mientras que otros tres palestinos murieron en un bombardeo similar en el norte de Gaza.

Fuentes sanitarias indicaron que otras seis personas murieron por el disparo de un aparato israelí contra un inmueble en el centro de la franja palestina.

El grupo de derechos humanos con sede en Gaza Al-Mizan notificó en un comunicado que más de 10.000 viviendas han resultado dañadas por los intensos bombardeos en el transcurso de la campaña israelí.

Por su parte, el portavoz del movimiento islamista Hamás en Gaza, Sami Abu Zuhri, aseguró hoy que Israel es plenamente responsable de los bombardeos sobre la escuela de la UNRWA en Rafah, y recordó que se trata de la tercera masacre de semejantes características.

"Se trata claramente de un crimen de guerra. Consideramos que (el secretario general de la ONU) Ban Ki-moon comparte este crimen con Israel por su silencio y porque llora por los soldados israelíes asesinos mientras ignora la sangre de civiles inocentes", afirmó.

Portavoces del Ejército israelí dijeron a Efe no tener información del suceso en la escuela de la ONU y que este está siendo investigado, mientras la UNRWA aún no se ha pronunciado.

Durante la actual ofensiva militar, proyectiles del Ejército israelí han alcanzado en al menos otras cinco ocasiones distintos complejos de la ONU, en varios casos ocasionando numerosas víctimas mortales.

El último caso se dio el día 30 cuando quince palestinos murieron y medio centenar resultaron heridos en otro bombardeo en una escuela de la UNRWA en Yabalia, en el norte de Gaza, desatando una ola de condenas internacionales contra Israel.

Una semana antes, en otro ataque a otro de sus colegios, esta vez en Bet Hanún, murieron 17 personas, si bien en ese caso el Ejército israelí se desvinculó de sus consecuencias alegando que el cohete impactó en un patio de la escuela que estaba completamente vacío.

Israel sostiene en otro caso que la explosión se debió a un cohete errático disparado por las milicias palestinas, y se ha quejado también a la UNRWA de que milicianos disparan desde sus centros o desde posiciones aledañas.

Durante la jornada milicianos palestinos en Gaza, han continuado el disparo de cohetes y proyectiles de mortero contra comunidades israelíes, que el Ejército israelí cifra en 55 desde la medianoche, y que no han causado víctimas. 

En el bando israelí, al menos 64 soldados han perdido la vida en combate desde que se iniciara la incursión terrestre en la franja el 17 de julio.

Además, dos civiles israelíes y un trabajador tailandés han muerto por fuego de proyectiles desde que diera comienzo la operación el 8 de julio.