Al menos 123 personas han muerto en Rusia debido a la ola de frío gélido que azotó durante las últimas semanas tanto Siberia como la parte europea de este país, según informaron fuentes sanitarias.
"Durante las últimas jornadas una persona murió congelada en la región de Tomsk, otra en Tatarstán, dos en Yaroslavl y una en Kurbán, Adiguea y Vorónezh", informaron fuentes sanitarias a la agencia Interfax.
Por la misma razón, varios centenares de personas han tenido que ser atendidas por los servicios médicos, entre ellos una treintena de niños.
En total, desde la llegada de la ola de frío unas 1.745 personas sufrieron congelaciones, de las que menos de la mitad tuvieron que ser hospitalizadas.
Moscú vivió del sábado al domingo la noche más fría del invierno con 23 grados bajo cero, según informó hoy el Servicio Meteorológico de la ciudad, mientras en las regiones aledañas a la capital las temperaturas rondaron los 28 grados bajo cero.
La ola de frío que recorrió todo el país, desde sus fronteras más occidentales hasta el océano Pacífico, es la más prolongada desde hace 75 años en un mes de diciembre.
Las temperaturas más bajas, inferiores a los 50 grados bajo cero, se han registrado en la península de Chukotka y la región de Magadán, en el extremo oriente del país.
Por este motivo, en las principales ciudades del país las autoridades se han visto obligados a abrir lugares de comida caliente y espacios públicos para guarecerse.
Según los servicios meteorológicos, las temperaturas experimentarán un brusco ascenso durante las próximas horas, hasta el punto de que mañana, miércoles, los termómetros marcarán apenas varios grados bajo cero.
En la vecina Ucrania, país que fue golpeado con especial virulencia por la ola de frío siberiano, más de 80 personas, en su mayoría indigentes, perecieron.