Al menos 38 personas murieron hoy y más de 140 resultaron heridas por la explosión de un auto bomba colocado frente a un centro religioso chiíta en la ciudad de Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad, informaron fuentes policiales.
La explosión iba dirigida contra el centro religioso Huseinía de chiítas turcomanos situado en la localidad de Slijan, al norte de la ciudad, cuando los fieles salían de la tradicional oración de los viernes.
Hoy, chiítas de todo el mundo celebran el aniversario del nacimiento del imán chiíta Al Mahdi y hasta un millón de personas se han congregado en Kerbala.
Las fuentes informaron que entre los 38 muertos del coche bomba de Mosul hay cinco niños y tres mujeres.
La fuerza de la explosión causó el colapso del edificio religioso y de diez más de los alrededores, por lo que aún se buscan supervivientes y cuerpos bajo los escombros.
Asimismo, numerosos coches aparcados en la zona de la explosión han resultado destruidos.
El ejército y la policía iraquíes han impuesto un cordón de seguridad para facilitar la labor de los equipos de rescate.
En otro incidente, un miembro de las milicias progubernamentales de los Consejos de Salvación murió al ser atacada la patrulla en la que viajaba, 14 kilómetros al sur de la ciudad de Baquba.
En un tiroteo registrado en Sadaya, a 70 kilómetros al norte de Baquba, han muerto un soldado iraquí y un civil.
Esta mañana, cinco chiíes murieron por la explosión de dos bombas dirigidas intencionadamente contra furgonetas cargadas de peregrinos que volvían Kerbala.
El pasado viernes cinco explosiones contra templos chiítas dejaron 29 muertos y decenas de heridos en uno de los peores rebrotes violentos desde la retirada de las tropas estadounidenses de las ciudades de Irak el pasado 30 de junio.