Ya son más de 60.000 los kurdos procedentes de Siria que han entrado en Turquía desde la noche del viernes hasta la tarde del sábado, huyendo de los ataques del Estado Islámico (EI), según informó el viceprimer ministro turco, Numan Kurtulmus, en una rueda de prensa.

Kurtulmus se desplazó hoy a la provincia de Urfa, uno de los puntos por donde se inició la llegada de esta oleada de refugiados kurdos, desde donde habló con los medios. En un primer momento se informó que la entrada de refugiados bordeaba los 45.000.

"Doy la bienvenida a quienes proceden de Kobane (una localidad asediada por el EI durante la última semana). Espero que puedan retornar a sus hogares, tan pronto como sea posible. La cifra de los que han venido a Turquía es de más de 60.000", manifestó.

Se trata de una de las mayores oleadas de refugiados sirios que entra desde el inicio de la crisis de Siria, por lo que Turquía se vio obligada el viernes a abrir ocho puntos fronterizos para acoger la avalancha de personas que huía del acoso del EI.

Los refugiados han sido acogidos en diversos lugares, dijo Kurtulmus, quien recordó que la frontera entre Siria y Turquía se abrió al mediodía del viernes para los sirios kurdos que huyen de la última ofensiva del EI.

En EI ha tomado el control en los últimos tres días de más de 60 pueblos en las inmediaciones de la localidad de Kobani,

en el norte de siria, según los datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que advirtió de que se desconoce el paradero de decenas de civiles de estas zonas, que podrían haber sido secuestrados o ejecutados por los yihadistas.

MÁS DE 300 KURDOS LLEGAN PARA COMBATIR AL EI

En tanto, más de 300 combatientes kurdos procedentes de Turquía llegaron en las últimas horas al norte de Siria para luchar contra el EI en Kobani.

El presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdelrahman, informó a Efe de que estos combatientes originarios de zonas kurdas de Turquía se han unido a las milicias sirias Unidades de Protección del Pueblo Kurdo.

Los kurdos sirios están presentando una dura resistencia al avance del EI, que en junio proclamó un califato en Irak y Siria, y sus enclaves han sido con anterioridad objetivo de los yihadistas. 

Se concentran, sobre todo, en la provincia de Al Hasaka (noreste) y en las regiones de Afrin y Kobani, en Alepo (norte), y suponen el 9 por ciento de la población de Siria.

El presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, pidió ayer a la comunidad internacional que intervenga para ayudar a la población de Kobani, asediada por el EI.