El periodista mexicano José Alberto Velázquez López fue asesinado a balazos por desconocidos en Tulum, en la costa caribeña del país, informaron ayer fuentes oficiales.
Velázquez López, propietario de una revista y colaborador en la televisión local, fue acribillado en la tarde del martes presuntamente por dos sujetos que viajaban en motocicleta, mientras circulaba en su automóvil por una céntrica avenida.
El periodista sobrevivió a los disparos, pero al intentar huir perdió el control de su vehículo y chocó de frente contra un automóvil estacionado.
Aun con vida, fue trasladado por personal de la Cruz Roja hasta el vecino enclave de Playa del Carmen, donde lograron estabilizarlo para enviarlo después a un hospital de Cancún, a unos 90 kilómetros de distancia, donde murió al caer la noche.
Velázquez López, que también trabajaba como abogado, era propietario de la revista Expresiones, de Tulum y colaborador del Canal 30 de televisión de la misma localidad, un pequeño y turístico poblado del Caribe.
Según el reporte forense, el comunicador recibió un impacto de bala que entró por el pecho y le perforó hígado y bazo.
El fiscal del estado de Quintana Roo, Bello Melchor Rodríguez, dio a conocer que se ha reforzado la seguridad en Tulum con agentes judiciales de Cancún y Playa del Carmen. "Estamos trabajando para determinar las posibles causas del homicidio", indicó.
Añadió que momentos después del ataque fueron detenidos dos hombres que circulaban en una motocicleta, con guantes de látex, pero se les puso en libertad ya que las pruebas de radisonato de sodio que permiten detectar huellas de pólvora resultaron negativas.
"No se pudo comprobar que hubieran disparado un arma de fuego", explico el funcionario.
Con éste suman al menos 11 los asesinatos de periodistas registrados en México en lo que va de año, lo que ha generado la reprobación de ONGs internacionales por la falta de garantías para que los informadores desempeñen su trabajo con seguridad.
La mayoría de ellos han tenido lugar en los estados del norte del país, donde la presencia del narcotráfico es más palpable.
La Fundación para la Libertad de Expresión (Fundalex) cuantificó ayer esta cifra en trece, por lo que calificó a 2009 como el peor de los últimos diez años para la prensa mexicana.
Diversos colectivos de periodistas han pedido a las autoridades que se proteja al gremio de las amenazas y agresiones de las que es víctima, presuntamente por la delincuencia organizada.
La fiscalía especial para investigar estos delitos apuntó en septiembre que solo investigaba dos de los nueve asesinatos de periodistas cometidos hasta entonces en 2009 por su supuesta relación con el crimen organizado.
Una portavoz de la institución federal reconoció que solo se investiga el 20 por ciento de los casos de reporteros asesinados en el país, debido al marco legal vigente, y apuntó que muchos periodistas no denuncian las amenazas en su contra por miedo.
Según la ONG internacional Reporteros sin Fronteras, son ya 55 los periodistas asesinados en México desde el año 2000 en relación comprobada o probable con su actividad profesional.