Aparte de la crueldad con la que fue tratado el periodista estadounidense James Foley -ejecutado por el Estado Islámico (EI)-, en el video que el grupo yihadista difundió en internet llamó la atención que el verdugo del reportero hablara con un marcado acento británico. Según el diario londinense The Guardian, fue un extremista de Reino Unido quien decapitó a Foley. Este yihadista sería el líder de una célula británica del EI que fue bautizada como The Beatles.
El caso de Foley ha vuelto a encender el debate sobre los yihadistas extranjeros que ha logrado reclutar el Estado Islámico, tanto en Irak como en Siria, pero también el Frente al Nusra en el territorio sirio. Precisamente, en el norte de ese país fue secuestrado Foley, en 2012. Este profesional, de 40 años, trabajaba de forma independiente para la agencia France Presse.
De acuerdo con The Guardian, que cita "fuentes directas", el supuesto verdugo de Foley se hace llamar John y habría llegado a Siria desde Londres para combatir al Ejército del Presidente sirio, Bashar Assad.
¿Su misión? Sería el líder de un grupo de yihadistas británicos, que tendría como objetivo secuestrar y mantener en cautiverio a extranjeros en la ciudad de Raqqa. El despiadado asesinato de Foley ocurre después de que EE.UU. se involucrara militarmente en la lucha contra el Estado Islámico, en el norte de Irak.
Como suele ocurrir en las guerras, donde se mezclan ejércitos regulares, guerrilleros, mercenarios y combatientes extranjeros, el EI no sólo ha logrado reclutar a milicianos del mundo musulmán, sino que también a ciudadanos occidentales. ¿Cómo? Principalmente, a través de llamados desde Twitter, YouTube o Instagram para que se unan a la "guerra santa" contra los "infieles". Funcionarios europeos de inteligencia y seguridad, citados por la cadena CNN, creen que al menos dos mil ciudadanos de la Unión Europea se han unido a la yihad, incluyendo a las esposas de los milicianos. Se estima que entre 500 y 1.000 han pasado a formar parte del Ejército Islámico.
De acuerdo con una investigación de diciembre del King's College de Londres, el desglose de los europeos que han viajado a Siria para unirse a grupos rebeldes es el siguiente: 296 de Bélgica, 249 de Alemania, 412 de Francia y 366 de Reino Unido. Pero otra investigación de The Soufan Group, citada por The Washington Post, da cuenta de que desde Francia han viajado a Siria más de 700 yihadistas, cerca de 400 de Reino Unido, 100 de Dinamarca, 51 de España, más de 30 de Finlandia y otros 30 de Suecia. El Post sostiene que yihadistas de al menos 81 países han llegado hasta Siria para luchar en la guerra civil.
Según CNN, proporcionalmente son los belgas los que más "aportan" con nuevos yihadistas, con un promedio de al menos 15 mensuales. Esto se explicaría por la importante población del norte de Africa y turca que vive en Bélgica.
Pero también, desde Estados Unidos, más de 70 personas se habrían unido a la yihad, mientras que de Rusia serían más de 800. Gran impacto generaron los casos del estadounidense Moner Mohammad Abu Salha, quien protagonizó un atentado suicida del Frente al Nusra contra las fuerzas de Assad en mayo pasado, o del chileno Bastián Alexis Vásquez, quien viajó a Siria desde Noruega y que apareció en un video del EI. Bastián se hace llamar ahora Abu Safiyya.
En cuanto al reclutamiento de yihadistas occidentales, el EI y el Frente al Nusra llevan la delantera respecto de Al Qaeda, que ha perdido terreno. El gran temor de las autoridades occidentales, especialmente en Reino Unido, es qué podría pasar cuando los yihadistas regresen a sus respectivos países. Aunque hasta ahora el EI no ha realizado un llamado para la yihad en Europa, se teme que estas personas podrían cometer atentados. Se estima que unos 300 veteranos de la guerra en Siria han regresado a Europa.