El principal asesor económico de la Casa Blanca, Lawrence Summers, pidió a Wall Street que acepte la aplicación de nuevas normas reguladoras para evitar otras crisis e indicó que EEUU necesita "cambios fundamentales" en el sector financiero.
"Ha llegado el momento de acometer cambios fundamentales en el sector financiero de nuestra economía, tanto en la manera en que las instituciones dirigen sus negocios como en el modo en que son reguladas", defendió Summers en una reunión de economistas en Nueva York.
El también director del Consejo Económico Nacional destacó que cada tres años emerge una nueva recesión financiera en el mundo, como la crisis económica mexicana de 1994, la asiática de 1997 o el estallido de la burbuja tecnológica de 2000.
"Un sistema que produce tantos incidentes de esta gravedad es, con certeza, un sistema que requiere una reforma", agregó.
En su discurso, Summers dijo que un sistema financiero "diseñado para gestionar, distribuir y controlar el riesgo ha sido fuente de riesgos, con consecuencias devastadoras para los trabajadores, consumidores y contribuyentes".
El economista, que fue secretario del Tesoro durante la Administración Clinton, indicó que el Gobierno estadounidense está dispuesto a impulsar un crecimiento de la economía basado en producción real y distribución de bienes y servicios, en vez de en burbujas financieras.
Apeló también a la implicación de Wall Street en este proceso de cambio, puesto que la Bolsa de Nueva York "no fue precisamente una pequeña causa de la crisis, y necesita formar parte de la solución".
Estas observaciones de Summers llegan un día después de que la Administración Obama anotara su primera victoria en política de reforma financiera en meses, al aprobar el Comité de Servicios Financieros del Congreso una nueva regulación sobre derivados OTC (over the counter), los negociados al margen de los mercados regulares.
El proyecto de ley de este comité pretende acabar con el exceso de especulación en el mercado, ya que se considera a estos derivados parte de los agravantes de la crisis financiera del año pasado.