Cinco meses después de que recibió un tiro en la cabeza, en Tucson, atentado donde hubo seis muertos y decenas de heridos, la congresista estadounidense, Gabrielle Giffords, tiene problemas para encontrar las palabras adecuadas y formar oraciones, y no está claro, si podrá reanudar alguna vez su trabajo en el Congreso, dijo su asesora, Pia Carusone, en una entrevista publicada hoy por el diario Arizona Republic.
"Ella utiliza otras formas de comunicación. Sus palabras han vuelto más, pero ella sigue usando expresiones faciales como una manera de expresarse. Si se suma todo esto es capaz de expresar los fundamentos de lo que quiere o necesita. Pero, cuando se trata de un pensamiento más grande y más complejo que requiere de palabras, es donde ella ha tenido el problema", afirmó Carusone.
Lo más frustrante para la congresista, el personal médico que la cuida y su familia, son las incógnitas respecto a su real estado. No es posible conocer la totalidad de los daños debido a los fragmentos de bala aún alojada en el cerebro lo que impide a los médicos la realización de una resonancia magnética.
Ayer la legisladora cumplió 41 años y su personal le cantó "feliz cumpleaños" por teléfono y le envió una foto enmarcada en la que aparece en el espacio con su esposo, el astronauta Mark Kelly, informó el portavoz, C.J. Karamargin, desde el despacho de la legisladora en Tucson.