Hugh Laurie fue reconocido mundialmente por su popular rol de Gregory House en la serie Dr. House, producción que tras ocho temporadas finalizó a mediados de 2012.

A pesar del éxito y los miles de dólares facturados por el actor (300 mil por cada capítulo), Laurie señaló que finalmente la serie se transformó en "una pesadilla".

Usar vehículos con vidrios polarizados y delegar las compras del mes son algunas de las quejas que expresó el actor a un medio británico tras dejar Estados Unidos, volver a vivir en Inglaterra y ser captado por la prensa con un aspecto físico muy diferente al de su personaje.

"A la distancia todo eso suena absurdo ¡Ridículo! Después de todo lo que estaba haciendo era contar historias con gente buena, pero la repetición de cada rutina, día tras mes tras año, puede convertirse en una especie de pesadilla", dijo Laurie en una entrevista a Radio Times de Inglaterra, según indicó el medio mexicano El Universal.

"Estaba decidido a nunca llegar tarde y nunca perderme un sólo día de filmación, nunca habría llamado para decir 'creo que no iré porque tengo gripe', pero también había veces en las que pensaba 'si sólo tuviera un accidente en el camino al estudio y ganara un par de días para recuperarme'", continuó, agregando que no podría volver a interpretar un rol similar en el futuro.