El próximo 25 de febrero, Romeo Santos aterrizará en  Viña del Mar junto a un staff de cerca de 55 personas, quienes se encargarán de adaptar el show del bachatero neoyorquino al escenario de la Quinta Vergara, donde se presentará la noche siguiente. Al mismo tiempo, otro numeroso equipo de producción del cantante trabajará en la instalación técnica del show en el Estadio Nacional del viernes 27, y un tercer grupo se establecerá en Buenos Aires para preparar los dos recitales que éste ofrecerá en el estadio de River Plate.

Esta compleja  y aparatosa producción en paralelo, digna de las giras internacionales de las grandes estrellas  planetarias, evidencia el actual estatus del ex vocalista de Aventura, quien desde 2011, tras el quiebre del grupo y su irrupción como solista, protagoniza un fenómeno en ascenso que aún no toca techo.

Su debut en el recinto de Ñuñoa es también un síntoma de consolidación: tras siete conciertos previos en Chile -cinco en el Movistar Arena, uno en Viña 2013 y otro en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso de Coquimbo- el llamado "rey de la bachata" dará su recital más masivo a la fecha en el país, en un Nacional al que se espera lleguen alrededor de 45 mil personas y que ya ha vendido buena parte de sus entradas.

Además, la jornada contará con un detalle especial: a diferencia de todos los otros shows  de la actual gira de Romeo Santos, el de Santiago incluirá un segundo escenario en  el centro del estadio, con el fin de acercar al público al intérprete de Propuesta indecente y darle un carácter más íntimo a la velada. Esta plataforma extra estará a 3 metros de altura -por sobre la consola de sonido- y medirá más de siete metros cuadrados.

"Tomamos la decisión y le planteamos este formato al artista, a quien le pareció conveniente. Es un detalle que tiene Romeo con su público en Chile, y ahora la gente que tenía la entrada más económica estará a no más de 50 metros de distancia del cantante", explica Christian Fernández, director de la productora Fénix Entertaiment, responsable de la visita del músico de origen dominicano, que se extenderá por tres días antes de volver a cruzar la cordillera.

"Es una producción compleja para un estadio enorme, con gran cantidad de toneladas de equipos y a la altura de este artista. Nuestra idea es encontrar esa mezcla entre lo masivo y lo íntimo", añadió Fernández.

En cuanto a lo musical, Anthony Santos -nombre real de artista- estará en escena por aproximadamente 130 minutos, en una presentación que incluirá sus éxitos de los últimos años y de su más reciente trabajo, Fórmula Vol.2 (2014), álbum que llegó a platino en Chile, y que actualmente tiene al ídolo del Bronx liderando las preferencias al Latin Billboard 2015, con un récord de 21 nominaciones en 16 categorías distintas.

Si se la sabe cante

Un día antes del debut en el Nacional, Santos cantará por tercera vez en el Festival de Viña del Mar -la segunda como solista-, donde ya se perfila como el artista más popular y esperado de la edición 2015 del certamen. Sin ir más lejos, el evento vendió en sólo 48 horas todas las localidades para la noche en que se presentará el ex Aventura.

Según Fernández, el bachatero acomodará su actual espectáculo al escenario de la Quinta Vergara y a la dinámica del Festival. "El show está adaptado al formato de Viña, aunque obviamente tendrá una interacción diferente", detalló el productor, quien recalcó  la interactividad que el cantante suele generar con la audiencia, algo que llamó la atención en Viña 2013, cuando hizo subir a personas del público a cantar a cambio de dinero. "Es un plus interesante que tiene Romeo, esta interacción real de que el espectador forme parte del concierto. No sé qué sorpresas traerá esta vez, pero esa interacción está asegurada en Viña y en el Nacional", indicó.