Un sismómetro del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera (ICTJA-CSIC), ubicado a unos 500 metros del Camp Nou, captó la noche del partido entre Barcelona y PSG una minúscula señal sísmica coincidiendo con la reacción de los espectadores ante cada uno de los 6 goles de los locales.
El investigador del ICTJA-CSIC Jordi Díaz explicó a Efe que el júbilo unánime de los aficionados barcelonistas en cada gol hizo vibrar el suelo y el sismógrafo captó los minúsculos eísmos, equivalentes a una magnitud aproximada de 1 (imperceptible para las personas) en la escala de Richter.
Díaz procesó la señal que recogió el aparato, capaz de registrar un terremoto ocurrido en el otro extremo del mundo, durante el partido y ha obtenido un sismograma en el que se puede apreciar de forma gráfica los minúsculos terremotos, sólo apreciables en estos aparatos de precisión, provocados por la reacción de los espectadores después de cada tanto.
"Cada uno de los 6 goles se puede identificar por incrementos súbitos y de corta duración en la amplitud de la señal sísmica. Estos aumentos de amplitud se deben al movimiento coordinado del público al celebrar los goles. La vibración generada, se transmite como una onda sísmica, que es lo que registra nuestro instrumento", ha explicado Díaz.
"La amplitud durante la celebración del primer gol es similar a la registrada habitualmente en los partidos del Barça. Tanto el segundo cómo el tercer gol presentan una amplitud ligeramente mayor de lo normal... Por contra, el 4-1, resulta difícil de identificar en el registro. Parece ser que la gente no lo celebró demasiado dando por hecho que la clasificación era difícil", comentó el sismólogo.
"A medida que se acerca el final del encuentro todo cambia. En el 5-1 se puede ver que la celebración fue ya mayor. La apoteosis final llega con el sexto y último tanto. En este momento se produjo la mayor vibración de este tipo registrada hasta ahora por el sismómetro del ICTJA-CSIC", ha informado Díaz.
El sismólogo ha elaborado también un espectrograma, al que ha tenido acceso Efe, que muestra cómo se distribuye la energía sísmica entre las diversas frecuencias captadas por el sismómetro.