Hoy comenzaron las audiencias en las que la fiscalía de Los Angeles intentará probar, con alrededor de 30 testigos, que el doctor Conrad Murray es culpable de homicidio involuntario en el caso de la muerte de Michael Jackson. Entre las personas que se subieron al estrado, el día de hoy, se encuentran el asistente del cantante, Michael Amir Williams, y el productor de la gira This is it, Kenny Ortega.
Según Williams, Murray lo llamó, y le pidió que llamara a los guardaespaldas del artista para que lo ayudaran, debido a que había tenido una reacción negativa a los medicamentos que le había administrado. En ningún caso Murray habría solicitado asistencia del 911.
Williams añade que en los minutos previos a la muerte de Jackson fueron caóticos, y que de a poco se comenzó a congregar la gente, en un intento vano por salvar al intérprete de Thriller.
El primer testigo en subir al estrado fue Kenny Ortega, productor de This is it, la que sería la última gira del cantante.
Según el testimonio de Ortega, Jackson se encontraba "física y emocionalmente bien" semanas antes de su muerte, pese a que presentaba escalofríos y se quejaba de enfriamientos.
Además, Ortega agregó que los días 23 y 24 de junio- Jackson murió el 25- fueron "dos días maravillosos de ensayo", en los que el cantante no presentó ningún problema de salud.
Lo que la fiscalía espera demostrar, con este testimonio, es que el cantante se encontraba en buen estado de salud hasta que Murray lo medicó con una dosis de Propofil que terminó con su vida.