Un aumento de la tasa de cotización obligatoria a cargo del empleador y postergar la edad de jubilación de las mujeres son dos de las sugerencias de cambio normativo que presentó ante la Comisión del Adulto Mayor de la Cámara de Diputados el gerente general de la Asociación de AFP, Francisco Margozzini.
El ejecutivo planteó que, frente a las cifras que dan cuenta de una caída de 20% a 25% en el monto de las pensiones, menores rentabilidades (no mayores al 8%) y de una baja en la tasa de interés desde un 5%, en los años 80, a un 3%, en la actualidad, se hace indispensable emprender acciones como el alza de las cotizaciones a una cifra cercana al 13%.
A través de esta medida, precisó, se podrían compensar algunos de los fenómenos cada vez más frecuentes en el país, como la incorporación cada vez más tardía al sistema (el inicio de la vida laboral promedia los 24 años); una densidad de cotizaciones poco mayor a 50% (significativamente menor a lo proyectado); y una extensión del período de pensión, gracias a mejoras en las expectativas de vida (incremento del 43%).
Explicó que en las mujeres se da una disparidad negativa entre los años de cotización y los de pensión. En el primer caso, el promedio es de 15,4 años, mientras que en el segundo es de 28,7 años. Para los hombres la situación presenta una diferencia relativamente positiva. El promedio de años de cotización es de 21,8, contra 18,6 años de pensión.
Francisco Margozzini planteó también la necesidad de una mayor fiscalización del Estado para evitar la evasión y la subcotización previsional; proteger a otros trabajadores independientes y no sólo a los que emiten boleta de honorarios; potenciar el subsidio a trabajadores jóvenes; fomentar la educación previsional; y eliminar desincentivos para cotizar.
Respecto de esto último, informó que los antecedentes indican que prácticamente la mitad de las trabajadoras de casa particular piden a sus empleadores que no paguen las cotizaciones previsionales porque pierden beneficios sociales del Estado.
Recalcó que entre 1995 y 2012, para disminuir los costos fiscales, 62 países aumentaron la tasa de cotización de sus programas de reparto; 30 de ellos aumentó también la edad de retiro (el cálculo es que cada año más permite mejorar en un 10% la pensión); y 32 ajustaron la fórmula de los beneficios.