A diferencia de los cuestionamientos surgidos desde expertos economistas, los líderes de los principales gremios exportadores del país reaccionaron favorablemente a la posibilidad de introducir algún grado de control sobre la volatilidad del tipo de cambio, como propone la candidatura presidencial de Alejandro Guillier.
Según los empresarios, la libre flotación cambiaria no permitiría un desarrollo sostenible del sector en el mediano y largo plazo.
Así lo expresó Ronald Bown, presidente de Asoex, quien aseguró que "ojalá todos los sectores productivos del país tengan la misma posibilidad de crecimiento dentro de un marco, no de control del precio del dólar, sino que las variaciones no sean tan pendulares".
En este sentido, Bown indicó que "siempre habrá un riesgo respecto al tipo de cambio, obviamente, pero podrían no ser tan amplios como pasar de $ 420 a $ 730".
La antigua discusión respecto a los movimientos del dólar a nivel local también fue comentada por Roberto Fantuzzi, presidente de Asexma, quien aseguró que "nadie tiene la verdad absoluta en esto. El modelo actual tampoco es el más sano, porque se pone el piloto automático y ante eventos externos relevantes el dólar va al piso", añadiendo que "cuando el dólar estuvo en$ 450, implicó la destrucción de la industria".
Asimismo, Fantuzzi precisó que "sería bueno tener algún tipo de control, sobre todo en un país como Chile donde no existen políticas exportadoras".
Respecto al rol que podría jugar el Banco Central en este sentido, Bown planteó que "la institución siempre tiene que ser autónoma, pero si bien tiene un objetivo inflacionario, también debe estar consciente de que el país tenga un crecimiento continuo para todos los sectores".
Sin embargo, contrario a los comentarios expresados por Bown y Fantuzzi, Luis Schmidt, presidente de Fedefruta, comentó que "es una irrealidad ponerle límites al tipo de cambio, es un error tremendo pensar que se puede fijar por decreto la divisa para darle estabilidad al sector exportador", recordando que existen seguros (como el forward) para evitar los riesgos de la fluctuación cambiaria.