En enero pasado, astrónomos del Parkes Telescope en Australia anunciaron haber descubierto una misteriosa y potente señal conocida como peritón, originada en algún lugar de la galaxia y de origen desconocido.

Su enigmático origen dio pie a varias teorías: fusión de estrellas de neutrones, alguna actividad desconocida de agujeros negros o incluso, señales alienígenas.

Sin embargo, no sospechaban lo cerca que estaban de la fuente: un simple microondas, instalado en la cocina del mismo complejo científico.

"Hasta ahora, el origen físico de los peritones había sido un misterio", afirmó Emily Petroff, una de las investigadoras. Añadió que usualmente se confundían con las "explosiones de radio rápido", ráfagas de milisegundos de duración, situadas a unos 5 mil 500 millones de años de la Tierra y que por años han llamado la atención de los expertos, sin encontrar explicación posible.

Así, los científicos decidieron lanzar un estudio sobre lo ocurrido, señalando que básicamente al abrir la puerta del puerta del microondas antes que suene la alarma, se libera una breve ráfaga de ondas de radio. Esto, debido a que el magnetrón incluido en el aparato no está completamente apagado.

De esta forma, según los astrónomos, el horno transmite las ondas de radio al aire y son capturadas por los sensores de la estación.

Además, nadie reparó en el hecho que el momento de detectar las señales coincidía con la hora en que los empleados calentaban su comida.

De acuerdo a los científicos, pruebas posteriores revelaron que un peritón se puede generar cuando la puerta del horno microondas se abre prematuramente y el telescopio está en un ángulo relativo apropiado.

En cuanto a los FRB, aún continúan siendo investigados, esta vez teniendo cuidado al utilizar el microondas.

Fuente: National Geographic