El Presidente de Colombia, Álvaro Uribe, cerró ayer en Asunción la segunda jornada de su maratónica gira por siete países sudamericanos con un reconocimiento condicionado del gobierno paraguayo para negociar con "autonomía y soberanía" un acuerdo militar con Estado Unidos.
Paraguay fue el último destino de ayer después de que Uribe, acompañado de su canciller, Jaime Bermúdez, se reunió por la mañana en Santiago con la Presidenta de Chile, Michelle Bachelet, y por la tarde con la de Argentina, Cristina Fernández, en Buenos Aires.
La gira de Uribe, que finalizará este jueves en Uruguay y Brasil, comenzó el martes en Lima con un encuentro con su homólogo peruano, Alan García, y prosiguió por la noche en La Paz con otra entrevista con el Presidente boliviano, Evo Morales.
El canciller paraguayo, Héctor Lacognata, expresó que si bien su país no ha sentado una postura oficial, respeta "las decisiones que son autónomas y soberanas de cada país".
"Hemos expresado (a Uribe) la necesidad de que ese tipo de iniciativas tengan la garantía de que eventualmente no pongan en riesgo la seguridad de países vecinos", dijo al respecto.
El Mandatario colombiano negocia con EEUU el uso de siete bases militares en su país por parte de tropas estadounidenses para intensificar la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico, pero algunos gobernantes latinoamericanos como el venezolano Hugo Chávez lo consideran una amenaza a la estabilidad en la región.
Tanto el gobierno colombiano como el estadounidense niegan que el convenio que está en la mesa de negociaciones sea una amenaza para la estabilidad de las naciones vecinas y subrayan que los únicos que pueden sentirse amenazados son los "narcotraficantes y terroristas".
Uribe, que compartió una cena con el Presidente paraguayo, Fernando Lugo, quien además convocó a su ministro de Defensa, Luis Bareiro Spaini, y al titular del Congreso, Miguel Zubizarreta, habló a los periodistas para agradecer la hospitalidad de Lugo y transmitió un saludo "lleno de afecto al hermano pueblo de Paraguay".
Lacognata explicó que Uribe no estará presente el próximo día 10 en Quito en la cumbre de Jefes de Estado de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde dijo que se debatirá el acuerdo de Colombia con EEUU, así como el conflicto de ese país con Ecuador y Venezuela.
Las relaciones de Ecuador y Colombia están rotas desde marzo de 2008 por decisión del primer país en respuesta a un bombardeo colombiano a un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) en territorio ecuatoriano.
Además, Venezuela tiene "congeladas" las relaciones comerciales y diplomáticas con Colombia desde julio pasado en respuesta a la denuncia colombiana del hallazgo de lanzacohetes de procedencia venezolana en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) y en rechazo al acuerdo militar con EEUU
"Es una situación muy dolorosa la que está atravesando la región, nosotros tenemos un afecto muy especial hacia el pueblo colombiano, también hacia el pueblo venezolano y ecuatoriano", apuntó el jefe de la diplomacia paraguaya, quien anunció que en la cumbre de Quito su país "va hacer el mayor de los esfuerzos para acercar posiciones para que la situación se solucione de la mayor brevedad posible".
En Buenos Aires, el gobierno argentino no ha hecho de momento ningún comentario sobre la reunión de Fernández con Uribe, aunque fuentes oficiales recordaron que Argentina "siempre estuvo en contra de la presencia de la instalación de bases de potencias extranjeras en Latinoamérica".
"Esta posición está aún más justificada por el clima de paz que vive actualmente la región", matizaron sin más.
En el mismo sentido de las autoridades paraguayas se pronunciaron la presidenta de Chile y el canciller de Perú, José Antonio García Belaúnde.
El gobierno peruano es por ahora el más comprensivo con la decisión de Uribe, que ha desatado las iras de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, así como preocupación en Brasil y Chile.
"Bachelet ha reiterado que Chile respeta la soberanía, el interés nacional y las decisiones políticas de cada país en este continente, y en este caso particularmente de Colombia", declaró el canciller chileno, Mariano Fernández.
"Cómo nos vamos a involucrar nosotros en parecernos bien o mal que haya acuerdos militares de un país con otro. Nosotros lo respetamos", recalcó el ministro Fernández.