Tres semanas después de ocurrida la tragedia en la Región de Atacama, la ayuda en dinero efectivo de un millón de pesos, para enseres y vestuario, comenzó a distribuirse ayer entre las familias cuyas casas fueron dañadas por el barro o quedaron completamente destruidas.

El intendente, Miguel Vargas, explicó que la primera lista contempla un total de 347 grupos familiares beneficiados, a quienes "se comenzó a contactar vía teléfono, indicándoles el día y hora en que deben asistir a la Seremi de Desarrollo Social para firmar el documento que los califica como beneficiarios", agregando que se trata de personas que han sido catastradas a través de la Encuesta Familiar de Urgencia (FUS), requisito para acceder al beneficio.

En Copiapó, la noticia fue recibida con expectación por las familias damnificadas. Una de las beneficiadas es Nieves Mellado, profesora de educación general básica desde hace 23 años. Es oriunda de Quillota pero se radicó en la capital de Atacama en el año 2000, cuando llegó hasta la escuela El Chañar junto a sus dos hijos. La casa que habita es arrendada y a penas resistió el embate del barro que se filtró por calle La Heras. La mayoría de sus muebles quedaron inservibles debido al agua con lodo que se coló por la entrada principal, elevando el piso de madera unos 60 centímetros.

En su casa sólo se queda su hijo Víctor Contreras, que vigila la vivienda y despeja el barro de las habitaciones. Nieves se trasladó al departamento del pololo de su hija. "Me parece una ayuda, no es mucho considerando el costo de vida en Copiapó, pero algo es algo. En nuestro caso tenemos que ver cómo vamos a usar esa plata, porque como es un arriendo no sabemos qué va a hacer el dueño. Probablemente lo use para buscar un lugar para arrendar mientras se ordena la cosa en Copiapó", relata la profesora, quien llamó a la autoridad a acelerar la ayuda para limpiar las viviendas.

La mujer asegura que la primera asistencia la obtuvo de parientes y amigos, quienes, cuatro días después del aluvión, llegaron desde la V Región con mercadería, agua y una pala para despejar el barro. "Esta es la primera ayuda del gobierno que recibo y me da mucha tristeza porque me siento sobrepasada, porque la gente que tiene nada o lo perdió todo siempre recibe la ayuda de inmediato, pero nosotros tenemos que salir por esfuerzo, ¿Por qué? Porque tenemos un título, aunque el sueldo sea de $ 500 mil. Vengo llegando de un trámite en la caja de compensación para que me atrasen el pago del crédito que saqué hace años, cuando mi hija estaba en la universidad", afirma.

En una situación similar está Alejandro Valenzuela, un bombero que el 24 de abril cumplirá 30 años, y que quedó sin casa luego que el alud la destruyera por completo tras su paso por Diego de Almagro. Ahora, junto a su pareja Flor y su hijo Alexander de dos años, viven en la casa de su suegro, mientas espera que "me informen qué va a pasar con mi casa. Desde el aluvión los militares están en ella tratando de sacar el barro, porque las paredes se rompieron y el agua se llevó todo. No sé si voy a poder reconstruir ahí".

El bombero asegura que el millón de pesos le viene bien y que mientras espera por su futuro hogar "compraré una cama para nosotros y otra para mi hijo, porque se fueron con el aluvión. También algo de ropa, porque ese día salimos arrancando con lo puesto. Alcancé a tomar a mi hijo y a la Flor y dejamos todo".

Manuel Avalos, vive en la villa Los Cristales, ubicada entre Copiapó y Paipote. Su casa también sufrió la entrada del barro, que dejó inutilizable los baños y la cocina. "A penas me llegue el dinero voy a ver si compro pintura y materiales para arreglar las puertas y paredes que quedaron con barro. Tratamos de salvar lo que era de madera y se podía limpiar, el resto lo botamos", cuenta Avalos, quien agrega que si bien estos recursos son una ayuda, "no sirve si no despejan las calles".

En su pasaje hay aguas servidas acumuladas que no pueden ser evacuadas, debido a que el lodo secó selló la salida del pasaje y no permite que circule la filtración del alcantarillado.

¿Cómo acceder al bono?

Los tres casos anteriores deberán esperar el llamado de la autoridad para firmar el registro y luego presentar dicha validación en BancoEstado. Quienes tengan cuenta RUT, el bono les será depositado, mientras al resto se le entregará un documento bancario para ser cobrado en cualquier sucursal de dicha entidad financiera.

El intendente explicó que "quienes no viven en Copiapó se les notificará la forma de pago. La entrega se realizará en forma gradual, porque se deben chequear los rut de los jefes de familia beneficiados".

El Seremi de Desarrollo Social, Eric Ordenes, agregó que quienes no han sido catastrados puede solicitar llenar la encuesta EFU, "luego el personal constata en terreno la información. La selección se hace después de hacer un cruce de información con el catastro del Serviu. En los próximos días van a salir nuevas listas".