Atacan en la cárcel a padre acusado por muerte de lactante y gendarmería inicia investigación
Se instruyó una investigación interna para evaluar si se respetaron los procedimientos que determinan el lugar al cual deben ser destinados los internos con determinados perfiles.
Javier Araya Gallardo (35), presunto responsable por la muerte de su hijo de dos meses en Quilpué, fue agredido por al menos 20 reos del penal de Valparaíso, según confirmó a La Tercera el comandante de Gendarmería Hugo Rubio.
La golpiza se habría producido en los patios del módulo 111, durante la mañana del miércoles, momentos en los que una turba atacó al interno, tras lo cual el hombre fue trasladado a la unidad de emergencia del penal.
La agresión motivó la reacción de gendarmes "que tuvieron que meterse entre medio de la turba" para poder levantar a Javier Araya.
El comandante dijo que durante el día se entregaron los antecedentes del caso al Ministerio Público, entre los que se cuentan grabaciones y documentos que incluyen la identificación de los agresores principales.
El agredido fue trasladado en primera instancia al hospital penal, donde se constataron hematomas, pero no heridas ni cortes que pudieran implicar complicaciones mayores.
Posteriormente se dispuso su ingreso a la unidad especial de alta seguridad en condición de aislamiento preventivo.
PREVENCIÓN DE AGRESIONES EN LA CÁRCEL
Consultado sobre si no hay medidas que se tomen para evitar agresiones que pudieran evitarse por parte de los internos contra quienes estén acusados de determinados delitos, Hugo Rubio explicó que "hay parámetros técnicos... que regulan el lugar al cual deben ser destinados los internos con determinados perfiles".
Agregó que se instruyó una investigación interna para establecer si dichos procedimientos se respetaron, "y dejar fehacientemente establecido si la participación del personal fue oportuna, y si efectivamente hay algún funcionario que pudiera tener algún tipo de responsabilida en las lesiones que pudiera presentar el interno".
El hombre arriesga presidio perpetuo, acusado de golpear y zamarrear a su hijo, quien falleció el 12 de marzo, tras estar cinco días en la Clínica Reñaca de Viña del Mar.
En primera instancia el hombre fue formalizado por parricidio frustado, pero se espera que el cargo sea cambiado a parricido consumado en los próximos días.
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