El hombre que mató el viernes a cuatro personas en Santa Monica, en el estado norteamericano de California, tenía en su poder unas 1.300 municiones en el ataque, por lo que la policía calificó el acto de planificado.
Al brindar más detalles sobre el tiroteo del viernes, en el que el atacante fue abatido por la policía, la jefa de policía de Santa Monica Jacqueline Seabrooks dijo que aún no puede identificar públicamente al hombre, que hubiese cumplido 24 años este sábado.
El hombre mató a cuatro personas durante un tiroteo que finalizó en la biblioteca de la Universidad de Santa Monica, en el sur de California, al recibir disparos mortales de las fuerzas policiales.
Otra víctima seguía en "condición grave" y el pronóstico "no es bueno", indicó Seabrooks a periodistas en una conferencia de prensa.
La jefa policial dijo que el incidente no podía ser calificado de "tiroteo escolar" debido a que comenzó en otro sitio y sólo finalizó en el campus universitario, si bien se desconoce si éste era el objetivo del hombre armado.
Dos personas fueron asesinadas en una casa y la policía cree que tenían relación con el atacante. Posteriormente, éste secuestró un vehículo, cuyo conductor sobrevivió.
El hombre abrió fuego en una intersección de calles contra un autobús y luego disparó contra dos personas que viajaban en un vehículo todoterreno, una de las cuales murió.
Finalizó su matanza en el campus de la Universidad de Santa Monica, donde asesinó a una mujer fuera de la biblioteca e intentó disparar contra varias personas dentro del edificio, antes de que la policía le diera muerte.
En la noche del viernes, las autoridades corrigieron a la baja la cifra de fallecidos, de seis a cuatro, excluyendo al atacante.
Tras la matanza en una escuela de Newtown, Connecticut, que dejó 26 muertos, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se puso como prioridad endurecer las leyes contra las armas en el país.
Sin embargo, en abril, el Senado desaprobó una medida que hubiese ampliado la averiguación de antecedentes de los potenciales compradores de armas, prohibido los cargadores con gran cantidad de municiones e impuesto otros límites a las ventas de armas, lo que constituyó un gran golpe para los esfuerzos de Obama.