Era una exposición más de las que suelen hacerse en Ankara. No había indicios de nada sospechoso. La muestra fotográfica llevaba por título Rusia vista por los turcos. Por eso hasta el lugar había acudido el embajador de Moscú, Andrei Karlov. El diplomático se encontraba leyendo un discurso cuando el lugar se transformó en un infierno. "¡Allahu Akbar! (Alá es grande)", gritó un hombre vestido de terno oscuro, camisa blanca y corbata negra, quien luego disparó a quemarropa contra el embajador ruso.
Tras dispararle varios tiros a Karlov, como dan cuenta las imágenes de un video, el hombre gritó en turco: "¡No se olviden de Alepo! ¡No se olviden de Siria! Sólo mi muerte puede sacarme de aquí. Todos los que están involucrados en este sufrimiento pagarán un precio". Y después gritó en árabe: "¡Somos los que descendemos del profeta Mahoma para la yihad!".
Poco después la cancillería rusa confirmó que el embajador murió en la galería, mientras que la agencia turca, Anadolu señaló que el atacante -un policía que según el diario oficialista Yeni Şafak pertenecía a las fuerzas antidisturbios- había sido "neutralizado" tras los disparos.
Un fotógrafo de la agencia The Associated Press que visitaba la exposición en la galería ubicada en el barrio de Çankaya de la capital turca, donde se encuentran las embajadas, -citado por el portal de Al Jazeera- señaló que tras el tiroteo inicial, el atacante se aproximó a Karlov, que se encontraba tendido en el suelo y le disparó, al menos una vez más, a corta distancia.
El tirador, que fue identificado como Mevlüt Mert Altintas, accedió al Centro de Arte Contemporáneo de la municipalidad de Cankaya, vestido con el uniforme de guardia de seguridad, según informó el diario Hürriyet. Altintas nació en 1994 en la ciudad de Soke, en la provincia de Aydin, en la parte occidental del país. Se había graduado de la escuela de policía de Esmirna (oeste del país) en 2014, agregó el diario Yeni Safak, cercano al gobierno islamista de Turquía, consignado por el diario El País.
El portavoz del gobierno turco, Ibrahim Kalin, informó que el Presidente Recep Tayyip Erdogan, llamó por teléfono al mandatario ruso, Vladimir Putin, para entregar detalles del ataque. La cancillería rusa dijo que se encontraba en contacto permanente con Ankara y que había recibido la seguridad de que los responsables serían castigados.
Tras la confirmación de la muerte del embajador, Putin se reunió con su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y los jefes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) y del Servicio de Inteligencia Exterior.
Según el diario The Guardian, Karlov -de 62 años y que anteriormente se había desempeñado en la embajada rusa en Corea del Norte- formó parte de las discusiones entre Rusia y Turquía sobre una evacuación del este de Alepo, que se inició la semana pasada. También, el diplomático había sido una pieza central para conducir el acercamiento entre el gobierno turco y ruso en abril pasado.
Para el periódico, el asesinato pone un manto de dudas sobre el acuerdo de evacuación de civiles en la asediada parte este de Alepo, un pacto que fue alcanzado por Turquía y Rusia. Una fuente cercana a las negociaciones dijo que Moscú era el motivo principal por el que el acuerdo no fracasó durante el fin de semana, pese a las objeciones de los iraníes y los interlocutores yihadistas.
El ataque ocurrió días después de protestas en Estambul en contra de la participación rusa en Siria. Las manifestaciones, que tienen un importante contingente islamista, incluso se realizaron afuera del consulado ruso en la ciudad. Además, el incidente se produjo en la víspera que el canciller turco, Mevlüt Çavuşoğlu, viaje a Moscú para conversaciones con sus contrapartes rusos e iraníes. Hasta esta noche la reunión se iba a producir pese al ataque.
Rusia y Turquía habían comenzado un camino de normalización de relaciones, tras un congelamiento luego de que este último país derribara un avión de combate ruso en noviembre de 2015.
Putin aseguró, en una declaración televisada, que el asesinato busca torpedear las buenas relaciones con Turquía y el arreglo pacífico del conflicto en Siria.
¿Atacante de Al Qaeda?
En la misma línea, Fatih Öke, ex agregado de prensa en la embajada turca en Washington D.C. dijo en un Twitter que la "bala al embajador Karlov no sólo estaba destinada en contra de él, sino que estaba destinada a las relaciones turco-rusas".
En conversación con el diario The Moscow Times, el experto regional Orkhan Dzhemal dijo que creía que lo más probable es que el atacante perteneciera al Frente Al Nusra, ex rama de Al Qaeda. El analista señaló que si bien la organización terrorista es más débil ahora en Turquía que lo que era hace unos años, sigue siendo lo suficientemente fuerte para llevar a cabo ataques como este".
Mientras que Andrey Chuprygin, profesor de economía mundial de la Escuela de Economía de Moscú dijo al mismo periódico que los ataques estaban destinados tanto a Turquía como Rusia, en respuesta al establecimiento de lazos más fuertes entre Ankara y el Kremlin. "Este ataque puede dañar su imagen. Tiene sentido, porque se tomó Alepo gracias al compromiso de Ankara. Los turcos acordaron detener el respaldo al este de Alepo (zona controlada por los rebeldes) en el último asalto", manifestó.
El asesinato fue condenado por Estados Unidos, que ofreció ayuda a ambos países para investigar el suceso y esclarecer los hechos a como dé lugar.