El atacante suicida que mató a siete empleados de la CIA en una base remota en el sureste de Afganistán había sido invitado a ésta y no fue sometido a una revisión de seguridad, se enteró The Associated Press.
Un ex alto funcionario de inteligencia dijo que el hombre estaba siendo tratado como un informante y que era la primera vez que había sido traído al interior de la base.
En el atentado del miércoles en la provincia de Khost, en Afganistán, murieron siete funcionarios de la agencia, entre ellas, la mujer que era jefa de la base.