Al menos 30 personas, en su mayoría yihadistas, murieron en el norte de Siria en los ataques aéreos de la coalición internacional contra refinerías de petróleo en manos del grupo Estado Islámico, indicó una ONG siria este lunes.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que los aviones de la coalición liderada por Washington efectuaron dos ataques el domingo contra unas instalaciones petroleras en la provincia de Raqa, un bastión del grupo extremista sunita.
Desde finales de septiembre, la coalición viene bombardeando al grupo yihadista en Siria, así como en el vecino Irak, donde los radicales proclamaron en junio un califato en los territorios bajo su control.
Los ataques han apuntado en numerosas ocasiones a las instalaciones petroleras controladas por el EI. Según algunas estimaciones, el grupo gana más de un millón de dólares al día con la venta de crudo.
También el domingo, la coalición bombardeó a la filial siria de Al Qaida, el Frente Al Nosra, en la provincia de Idleb (noroeste de Siria).
En el ataque contra una base militar del grupo en Atmeh, cerca de la frontera turca, murieron nueve milicianos, indicó el OSDH, con sede en Inglaterra.
Un civil de Atmeh señaló a la AFP que tres edificios atacados por los aviones "quedaron completamente destruidos".
Por otro lado, los aviones del régimen sirio mataron a 13 personas, entre ellas dos niños, al bombardear el domingo un barrio del noreste de Damasco, según el OSDH, que aumentó un balance inicial de 11 muertos.
Las fuerzas del gobierno atacaron también la zona de la Ghuta oriental, un bastión rebelde cerca de Damasco, lanzando barriles llenos de explosivos, de acuerdo con el OSDH. De momento no se dio parte de víctimas.