Un ataque suicida durante un torneo de voleibol en el este de Afganistán mató a por lo menos 45 personas hoy, según informaron funcionarios afganos.

Decenas más resultaron heridas cuando el atacante, que se desplazaba a pie y se mezcló con la multitud, detonó sus explosivos, precisó Mokhis Afgan, portavoz del gobernador provincial de la provincia de Paktika, fronteriza con Pakistán, quien dijo que el ataque ocurrió durante un torneo interdistrital al que asistieron una gran cantidad de personas del distrito de Yahyakhail el domingo por la tarde.

"Habí­a demasiadas personas reunidas en el lugar para ver el partido. Decenas de personas resultaron heridas y tenemos informes de que muchas de ellas se encuentran en estado crí­tico", dijo Afgan.

"Necesitamos ayuda urgente del gobierno central, ya que podrí­amos necesitar transferir a los heridos a Kabul para que reciban tratamiento", agregó.

Paktika es una de las regiones más volátiles de Afganistán, donde la insurgencia dirigida por los talibanes está librando una guerra intensa contra el gobierno en Kabul.

El ataque es uno de los más mortí­feros en lo que va del año, en momentos en que los ataques están aumentando junto a unas elecciones contenciosas y la toma de posesión del presidente Ashraf Ghani en septiembre.

El ataque ocurrió horas después de que el Parlamento de Afganistán aprobó los acuerdos alcanzados con Estados Unidos y la OTAN para permitir que soldados internacionales sigan el paí­s una vez finalice este año en una renovada ofensiva contra insurgentes talibanes.

La misión de combate internacional en Afganistán, que comenzó tras la invasión liderada por Estados Unidos en 2001 para derrocar al régimen talibán, iba a terminar a finales de este año. Los nuevos acuerdos ratificados por el parlamento permiten a Estados Unidos y la OTAN mantener un total de 12.000 soldados en territorio afgano para apoyar a las fuerzas de seguridad locales.

Sin embargo, los acuerdos llegan después de que funcionarios estadounidenses dijesen que el presidente Barack Obama habí­a aprobado nuevas directrices que permiten a los soldados estadounidenses enfrentarse en combate con talibanes, no solo a terroristas de al-Qaida, en Afganistán. La decisión de Obama también supone que EEUU puede realizar acciones aéreas de apoyo cuando sea necesario.

Al aprobar los tratados "con 152 votos a favor frente a 5 en contra" el domingo, los legisladores afganos no hicieron mención a la ampliación del papel de las tropas estadounidenses en la lucha contra los insurgentes. En un comunicado, el portavoz presidencial, Nazifulá Salarzai, dijo que los soldados extranjeros "entrenarán, aconsejarán y asistirán a las fuerzas de seguridad afganas".

"Las fuerzas afganas son las responsables de la seguridad y la defensa del pueblo afgano y en la lucha contra el terrorismo internacional y la formación de nuestras fuerzas armadas contamos con el apoyo y asistencia de nuestros socios internacionales", dijo Salarzai.

El presidente del paí­s, Ashraf Ghani, firmó acuerdos con la OTAN y Estados Unidos inmediatamente después de llegar al poder en septiembre, pero estos requerí­an aprobación parlamentaria. Afganistán, acosado por décadas de guerra, ha sido testigo de un aumento en los ataques talibanes contra civiles y fuerzas de seguridad locales coincidiendo con la retirada de las tropas extranjeras.

La decisión de Obama no afecta al número total de soldados estadounidenses que permanecerán en el paí­s asiático. A principios de año, Obama ordenó cortar el número de tropas hasta 9.800 a finales de este año, una cifra que se espera se reduzca a la mitad para finales de 2015.

Obama quiere que el ejército estadounidense abandone totalmente Afganistán un año más tarde, coincidiendo con el final de su presidencia.