Combatientes atacaron hoy dos ciudades pakistaníes, causando la muerte de 43 personas y dejando más de 100 heridos, mientras la Corte Suprema inició una audiencia sobre una orden de amnistía que podría aumentar la tensión política en el país asiático.
Dos bombas estallaron en un mercado de la ciudad oriental de Lahore, provocando la muerte a 34 personas y dejando 109 heridos, dijo un alto funcionario, horas después de que un atacante suicida dejara nueve muertos en las afueras de una corte en la ciudad noroeste de Peshawar.
Pakistán, un aliado que Estados Unidos necesita para ayudarle a luchar contra los rebeldes talibanes en Afganistán, está enfrentando constantes problemas de seguridad y una creciente presión de Washington para que intensifique su campaña contra los militantes islámicos.
Existen crecientes dudas sobre si el Presidente Asif Ali Zardari sobrevivirá políticamente a largo plazo, dado que podría quedar aislado mientras dirige la lucha contra los insurgentes, quienes demostraron que pueden penetrar la seguridad cerca de las instalaciones centrales del Ejército.
Algunos de los aliados más cercanos de Zardari podrían afrontar nuevos cargos de corrupción por un fallo de la Corte Suprema, que está considerando desafíos legales a una orden de amnistía concedida a 8 mil personas, incluyendo a los actuales ministros del Interior y de Defensa.
El complicado debate político podría distraer al Gobierno de su campaña contra los talibanes.
El Ejército de Pakistán, que alguna vez fue un importante aliado de los militantes afganos en su lucha contra la ocupación soviética en la década de 1980, ahora afronta a los insurgentes talibanes en su propio territorio.
La ciudad de Peshawar ha sufrido buena parte de los asaltos con bomba en represalia que han dejado cientos de muertos desde octubre, cuando el Ejército lanzó una ofensiva en Waziristán del Sur, sobre la frontera con Afganistán, parte de una región vista como un enorme refugio para militantes islámicos.
Otro atacante suicida se inmoló el lunes en las afueras de una corte, donde nueve personas perdieron la vida.
El ataque ocurrido más tarde en un mercado de Lahore, cerca de la frontera con India, revivirá los temores de que los militantes intenten expandir su campaña fuera del noroeste del país.
La policía dijo que dos bombas fueron colocadas en el mercado y que muchas de las víctimas eran mujeres.
Varios locales comerciales ardieron en llamas.