Veinte soldados murieron este lunes, algunos de ellos mientras dormían, en un ataque con armas automáticas contra un puesto de control del ejército en la provincia de Hadramaut, en el sureste de Yemen, atribuido a Al Qaeda por fuentes militares.
Antes de este ataque, que no ha sido reivindicado, las fuerzas de seguridad habían sufrido varias derrotas militares en esta provincia, lo que llevó al presidente interino de Yemen, Abd Rabo Mansur Hadi, a cambiar de ministro del Interior este mes.
"Veinte soldados murieron en el ataque armado contra un puesto de control", cerca de Reida, a 135 kilómetros al este de Mukala, capital de Hadramaut, informó la agencia oficial Saba.
"Hombres armados que circulaban en varios vehículos atacaron un puesto de control (del ejército) cerca de Reida", había indicado esa fuente.
Otra fuente militar dijo que "los agresores son miembros de Al Qaeda" en la Península Arábiga (AQPA). Los ataques contra el ejército y la policía, que se multiplican, son a menudo atribuidos por las autoridades a la red extremista, muy activa en Yemen.
Tras el ataque del lunes, el nuevo ministro del Interior, Abdo Tareb, "ordenó el arresto del jefe de seguridad de Hadramaut, el general Fahmi Mahrus, y del comandante de las fuerzas especiales", en el marco de la investigación sobre las circunstancias de lo ocurrido.
Tareb sustituyó el 8 de marzo al hasta entonces ministro del Interior, Abdelqader Qahtan.
Este lunes, un helicóptero se posó en el lugar del ataque para llevarse a los cuerpos de los militares muertos y un avión de combate sobrevolaba la zona, indicaron habitantes de la zona a la AFP.
Según estos habitantes, varios aviones no tripulados (drones), probablemente estadounidenses, sobrevolaron la región en los últimos días.
Estados Unidos es el único país que cuenta con drones en la región. Estos aparatos se usaron intensamente el año pasado, causando la muerte de decenas de personas sospechosas de estar vinculadas con Al Qaeda, pero también a civiles.
Militantes de defensa de los Derechos Humanos han criticado esta "guerra de los drones", recalcando que ha causado la muerte de muchos civiles inocentes.
Washington considera que estos aviones no tripulados son esenciales en su "guerra contra el terrorismo".
Según Naciones Unidas, 16 civiles murieron y al menos diez resultaron heridos en diciembre por los disparos de drones contra dos cortejos que acudían a una boda.
Al Qaeda aprovechó un debilitamiento del poder central en 2011, en plena insurrección popular contra el expresidente Alí Abdalá Saleh, para reforzar su influencia en el sur y el este de Yemen, donde agrupó a sus partidarios.
Los ataques contra las fuerzas de seguridad de los partidarios de Al Qaeda, que el ejército yemení no logra neutralizar, se han intensificado.
En febrero, AQPA lanzó un espectacular ataque contra la cárcel central de Saná, que permitió liberar a 29 personas, entre ellas 19 militantes de Al Qaeda, y en el que murieron 11 integrantes de las fuerzas de seguridad.