Al menos dos muertos y 39 heridos dejó hoy un atentado con explosivos dirigido contra Fernando Londoño, ex ministro de Interior y Justicia del gobierno de Alvaro Uribe y actual director de radio Súper, quien resultó afectado, pero está fuera de peligro, informó esta tarde la policía colombiana.

"Quiero condenar de la manera más enérgica este atentado. No entendemos cuál es el propósito, pero de todas formas tengan la absoluta seguridad de que el gobierno no se va a dejar descarrilar por estos actos terroristas", advirtió el Presidente, Juan Manuel Santos.

Según las primeras versiones, al momento que la camioneta de Londoño se detuvo a la espera del cambio del semáforo, en una calle bastante concurrida al norte de Bogotá, un hombre lanzó el explosivo contra el vehículo y luego corrió hacia al otro extremo  donde lo esperaba una motocicleta.

Poco después de la partida del presunto autor del hecho se activó la carga explosiva, que en un principio se creyó había sido instalada al interior de un bus del transporte público que también resultó afectado y de donde salieron la mayoría de heridos que fueron conducidos a dos clínicas de la zona.

Según las autoridades, las personas fallecidas son el conductor y el escolta del dirigente político y periodista, entre ellos un subintendente de la policía.

"El terrorismo no nos va a amilanar de ninguna forma y, todo lo contrario, nos llena es de coraje para seguir adelante", afirmó Santos, quien envió un mensaje de condolencia a los parientes de los fallecidos y poco después acudió a la Clínica del Country, donde fue recluido Londoño y los demás heridos.

Según ese centro hospitalario, Londoño recibió traumas en su pecho y contusiones en el rostro y la cabeza, pero se hallaba fuera de peligro y estaba consciente.

Londoño, de 78 años de edad y reconocido por sus posiciones de derecha, fue el primer ministro de Interior y Justicia de Uribe, estuvo en el cargo durante un poco más de un año, luego de lo cual asumió la dirección de radio Súper, desde donde suele criticar al gobierno y extrañar al predecesor de Santos.

El hecho, ocurrido poco antes del mediodía en Colombia, causó pánico en un inicio y hasta la alerta de que se trataba de una escalada de actos similares que estarían por perpetrarse en distintas zonas de la ciudad, hecho que luego fue negado por la policía.

El temor surgió también del hecho que en la mañana de este martes la policía desactivó un auto-bomba con una carga de un explosivo del tipo que se utiliza en la minería, que iba a ser activado a través de dos teléfonos móviles y que al parecer estaba dirigido contra la sede de la Policía Metropolitana.

Sin embargo, ante estos hechos, la Alcaldía suspendió las clases en universidades y colegios públicos, mientras que policía de la capital prohibió la circulación de motociclistas con acompañante y hasta canceló el reconocimiento al estadio El Campín, que iba a realizar el club español Atlético de Madrid que mañana jugara un amistoso en la ciudad.

"Nosotros vamos a extremar todas las medidas el día de hoy para evitar que nuevos hechos sucedan y es importante que se mantenga la calma, pero que cualquier hecho que se vea sospechoso sea comunicado a las autoridades", pidió el alcalde de la capital, el izquierdista Gustavo Petro.


Tanto el atentado como el coche-bomba desactivado ocurren el mismo día en que entra en vigencia el Tratado de Libre Comercio (TLC) con Estados Unidos.