Al menos 40 personas murieron y 75 resultaron heridas hoy, tras la explosión de dos auto bomba en Irak, instalados al borde de una carretera por la que transitaban fieles camino a un rito religioso chiita en la ciudad santa de Kerbala.

Los estallidos ocurrieron cuando miles de peregrinos chiitas se dirigían a pie a Kerbala, 110 kilómetros al sur de Bagdad, para celebrar la culminación de la fiesta santa del Arbain, que marca el fin de los 40 días de luto guardados por la muerte del imán Husein, nieto del profeta Mahoma, santo patrono del chiismo.

Según las primeras informaciones, muchos de los heridos se encuentran en estado grave por la explosión, que se registró en la zona de Qantara al Salam, la misma zona en el que hace dos días veinte personas fallecieron y otras 117 resultaron heridas por el estallido de una moto bomba.

En tanto, el gobernador de la provincia de Kerbala, Amal Eddine Al Her,  informó que un proyectil de mortero mató a 27 peregrinos chiitas e  hirió a otros 56, en Kantarat al Salam, 3 kilómetros al este de la ciudad santa. Al Her culpó del atentado a la organización terrorista, Al Qaeda, y a grupos del proscripto partido sunita, Baaz.

En la última semana, más de sesenta personas han fallecido por varios atentados contra los creyentes chiitas que se dirigían a Kerbala, siendo el más mortífero el del 1 de febrero pasado, en el que 41 personas perdieron la vida y 106 resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado en el norte de Bagdad.

Al Husein, el tercero de los doce imanes chiitas, murió en el año 680 en la batalla de Tuff ante los Ejércitos del califa omeya Al Yazid, a quien negó jurar obediencia, lo que marcó la derrota del chiismo, que defendía el califato hereditario por la línea de Mahoma, frente al sunismo, partidario de un califa que destacara por sus dotes y no por su origen.