Cuarteles de Carabineros, de la PDI y unidades de Gendarmería se transformaron en uno de los principales blancos de atentados explosivos e incendiarios del año, según registros del Ministerio del Interior.
A los dos últimos ataques ocurridos en la Región de La Araucanía, donde un artefacto detonó en un cuartel de Carabineros y un segundo, instalado frente a la unidad de Extranjería de la PDI, fue neutralizado, se suman otros 10 ataques cometidos este año, que son indagados por la fiscalía como delitos terroristas.
La primera señal del cambio de objetivo -que pasó de bancos a recintos policiales y fiscalías- ocurrió la madrugada del 1 de enero de 2014. Cerca de las 0.45, un uniformado descubrió un bolso sospechoso en el estacionamiento interno de la Prefectura de Ñuñoa. Tras una revisión se detectó que el bolso ocultaba una olla a presión rellena con TNT, clavos, un kilo de pólvora negra y dos cilindros de gas butano. Una falla en su temporizador impidió la detonación de la primera bomba instalada en una unidad policial.
Las cifras de Interior detallan que en 2013 sólo se cometió un ataque a un cuartel de Carabineros, en Las Vizcachas, y por el cual no hay condenados. En 2012, en tanto, una bomba detonó en el frontis de la Fiscalía local de La Florida.
De acuerdo a los registros del Ministerio del Interior, en los que se detallan las veces que el gobierno ha invocado la Ley Antiterrorista, nueve atentados se han consumado de un total de 12 perpetrados este año (ver recuadros).
El hecho más grave tenía como blanco una unidad de Gendarmería. El 25 de septiembre, según la investigación de la Fiscalía Sur, Sergio Landskron (29) se transformó en el primer muerto por un ataque explosivo. Según las pesquisas, la víctima recogió un bolso abandonado frente a una oficina de la entidad carcelaria. El explosivo en su interior detonó a pocas cuadras.
El 24 de noviembre, una turba de encapuchados encerró a oficiales de la Brigada de Homicidios de la PDI en el cuartel de Providencia y lanzó bombas molotovs. Dos autos resultaron dañados y hubo detectives heridos. Por este hecho, el gobierno invocó la Ley de Seguridad del Estado.
VIAJE A SANTIAGO
Luego de los dos ataques de Temuco, el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, dijo ayer que "invocamos la Ley Antiterrorista por estos atentados condenables y que deben ser sancionados drásticamente". Agregó que "no vamos a descansar, hasta el último día, para que estas personas estén en manos de la justicia".
En tanto, el Fiscal Regional (s) de La Araucanía, Alberto Chiffelle, ordenó que el jefe de la Fiscalía de Alta Complejidad de esa zona, Miguel Angel Velásquez, viaje a Santiago para coordinar sus investigaciones con la Fiscalía Nacional y el fiscal exclusivo de la zona Sur, Claudio Orellana. El objetivo, dijeron desde la fiscalía de Temuco, "es intercambiar información que pueda ser útil en ambas causas que por sus características podrían tener ciertas similitudes".
La querella apunta a quienes resulten responsables de los delitos de colocación de artefacto explosivo terrorista. Según el libelo "ambos hechos han tenido la finalidad de producir en la población (...) el temor justificado de ser víctima de un atentado".