nsólito podio el del maratón de Barcelona. El vencedor de la prueba fue el mediofondista keniano Jonah Kipkemoi, un corredor de 27 años, ¡paralímpico en Londres 2012!, que en teoría participó como liebre, los corredores que la organización de la competición contrata para que impongan un buen ritmo a los atletas favoritos. Cruzó la meta con un tiempo de dos horas, ocho minutos y 57 segundos. Insólito, porque el de ayer fue su primer maratón. Pero la ausencia a última hora del principal favorito y la retirada del segundo por una lesión en el bíceps femoral en el kilómetro 30, hizo que se quedara solo en el tramo final… se sintió bien, tiró de piernas —el tramo final de subida por la avenida del Paral·lel se las trae— y cruzó solo la meta.
Lo hizo con el dorsal de liebre, y ni él, cuyo contrato fijaba que tenía que llegar al kilómetro 35, se lo acababa de creer. Se irá de Barcelona sumando 10.000 euros por haber ganado por debajo de las dos horas nueve minutos a los 3.000 que le pagaron por hacer de liebre. Su discapacidad es fruto de las secuelas de una quemadura que sufrió en casa, siendo chaval, y que le afectó el brazo derecho y la cara. "Había corrido medios maratones y me han ido bien, pero no esperaba esta marca. Estoy realmente sorprendido", contó al bajar del podio.
El segundo clasificado, también keniano, también participaba como liebre. Es Jacob Cheshari y entró medio minuto después, con un tiempo de 2h 09m 24s. En tercer lugar llegó Justus Kiprotich (2h 11m 38s), compatriota de los dos primeros. El primer español en cruzar la meta fue Samir Ait Bouchamane (2h 17m 28s), marroquí casado con una catalana y con licencia de la Federación Catalana de Atletismo. Jaume Leiva, que buscaba la mínima para el Mundial de Londres se retiró por problemas musculares.
El de 2017 —en Barcelona el maratón siempre es el primer o segundo domingo de marzo— fue un maratón especial. Porque conmemoró el de hace 25 años, cuando la ciudad celebró los Juegos Olímpicos. Tras el pistoletazo de salida sonó el Barcelonaaaaaa, el de la célebre canción de la ceremonia inaugural de los Juegos en las voces de Montserrat Caballé y Freddie Mercury. Y en la prueba participó uno de los seis medallistas de aquel maratón olímpico, el alemán Stephan Freigang, que tiene 49 años. Hizo un tiempo de poco más de tres horas.
También fue insólita la participación en la prueba de Adnan Almousa Faramali, un refugiado sirio que vive en Líbano. La historia de este chico de 19 años a quien una bala dejó en silla de ruedas hace cinco años, apareció en un reportaje de TV3. Y fue la televisión pública catalana, con Catalunya Ràdio y la Generalitat, quienes consiguieron el visado especial para viajar a Barcelona y correr el maratón. Lo hizo de la mano de la asociación Corre Conmigo, una entidad que crearon los hermanos Toni y Dídac Muñoz cuando murió su hermano, enfermo de parálisis cerebral, con quien solían correr el maratón, empujando su silla de ruedas.
Carrera reivindicativa
Rodeado de cámaras y fotógrafos, Adnan y su padre explicaron, ayudados por un traductor, también refugiado, pero de Palestina, "la emoción de estar en Barcelona". "Estoy muy feliz", dijo y recordó cómo le gustaba ir en bicicleta antes de la guerra. De hecho, el día en que lo hirió una bala perdida volvía en bici de comprar el pan. Ahora ha participado en alguna carrera de 10 kilómetros. "Con mi presencia aquí espero representar los refugiados de todo el mundo y llamar muy fuerte porque su situación mejore", manifestó.
El maratón de Barcelona volvió a ser una fiesta en las calles por donde pasa. Un lujo de recorrido por los principales puntos turísticos de la ciudad —Sagrada Familia, Torre Agbar, Paseo de Gràcia, Arc de Triomf, frente litoral, Camp Nou, puente de Calatrava...— para una prueba cada vez más internacional. Este año la mitad de los 20.000 inscritos eran extranjeros. ¡De 181 países! Y el 20%, mujeres.
LA ETÍOPE BEKELE BATE EL RÉCORD DE LA PRUEBA
Si el podio masculino en el maratón fue totalmente keniano, al femenino subieron tres etíopes. La ganadora fue la menuda Helen Bekele, que batió por 22 segundos el récord de la prueba con un tiempo de dos horas, 25 minutos y 04 segundos. Segunda entró Melesch Tsegaye (2h 26m 44s) y tercera, Robi Aberash Fayesa (2h 27m 04s).
La de Bekele fue una llegada épica, con la speaker oficial de la organización y el público desgañitándose en los últimos metros. Los tiempos de las primeras atletas ya apuntaban a récord al paso por el medio maratón, pero kilómetro a kilómetro las distancias se habían ido recortando.