La solidez defensiva del Valencia y la capacidad para aprovechar sus ocasiones de la mano de Roberto Soldado y el paraguayo Nelson Valdez propiciaron la primera derrota de la temporada para el Atlético de Madrid, que dominó el juego y tuvo el balón, pero no supo concretar su fútbol en ocasión de gol.
El Valencia tuvo muy pocas ocasiones de gol, pero las aprovechó a la perfección, mientras que el Atlético, que encerró a su rival en su área, no rentabilizó sus llegadas, que casi nunca fueron claras y abusaron de los centros, los que Falcao no pudo aprovechar.
Con menos oportunidades que en anteriores partidos, el Valencia sumó los tres puntos. Con más presencia en ataque que en otros choques, el Atlético conoció la primera derrota del campeonato.
La primera parte fue intensa y sin concesiones. El Valencia se adueñó inicialmente del balón ante un Atlético bien asentado en defensa y aunque el equipo local hizo mejor fútbol que en partidos precedentes, sus aproximaciones a la meta del equipo madrileño fueron escasas.
Por contra, el Atlético buscaba sus opciones al contragolpe, pero la defensa del Valencia se mostró también más sobria que en anteriores partidos y no dio facilidades.
En ese escenario, la primera ocasión de gol llegó en una falta directa lanzada fuera por Falcao (14'). La segunda opción se produjo en la portería contraria: un magnífico pase del francés Rami acabó con un gran gol de Soldado. Era la primera y fue la última vez que el Valencia llegó a la meta del belga Tibaut Courtois en el primer tiempo.
A partir de ese momento varió la dinámica del encuentro. El Atlético de Madrid tuvo el balón y se acercó más a la meta del Valencia, especialmente a base de córners.
Estas jugadas propiciaron algún contragolpe local, aunque sin excesivo peligro. El partido llegó al descanso con una sucesión de faltas y protestas que provocaron la expulsión del técnico local, Mauricio Pellegrino.
La segunda parte dio comienzo con menos ritmo que la primera. El Valencia especuló con la ventaja y al Atlético le tocó llevar la iniciativa. Se empezó a jugar cada vez más cerca de la portería de Diego Alves.
El Valencia no tenía opciones ante el dominio absoluto del Atlético en una fase del encuentro espesa, en la que el manejo del balón no le daba al equipo madrileño lo suficiente, ya que el conjunto local se defendía con orden.
El protagonismo del Atlético era notable en cuanto a elaboración de juego, pero no estaba acompañado de la creación de acciones de verdadero peligro, salvo en jugadas a balón parado. Además, a medida que avanzaba el partido, el Valencia empezó a soltarse y a aparecer, poco a poco, al contragolpe.
El final del encuentro fue de infarto para la afición local, ya que el Atlético no se dio por vencido y el Valencia se defendió con uñas y dientes hasta que en el cuarto minuto de prolongación y cuando el Valencia ya jugaba con un hombre menos tras la expulsión de Ricardo Costa, un contragolpe acabó con el 2-0 fabricado por Feghouli y materializado por Valdez.