El Auckland City, la revelación del Mundial de Clubes, dio la sopresa y ganó por penales al Cruz Azul (4-2 tras empate 1-1) y se quedó con el honor tercer puesto, privando a sus rivales de igualar la mejor actuación histórica de un equipo mexicano en esta competición.

Los neozelandeses, un equipo amateur, con varios de sus jugadores ejerciendo otras profesiones, se adelantaron por medio del holandes Ryan De Vries  (45+2), pero el ecuatoriano Joao Rojas (57) puso el empate con el que acabaron  los noventa minutos.

Sin alargue, el partido fue directamente a una resolución por penales y  allí los fallos de Mauro Formica e Ismael Valádez condenaron al campeón de la  Concacaf.

El cuento de hadas del Auckland, el "campeón moral" del Mundial de Clubes,  según su entrenador español Ramón Tribulietx, comenzó derribando por sorpresa a  dos africanos, el Moghreb Tetuán marroquí (4-3 en penales tras 0-0) y el Setif  argelino (1-0), antes de plantar batalla al San Lorenzo argentino, llegando a  forzar el alargue antes de perder allí por 2-1.

Este tercer puesto es la clasificación más brillante en la historia del  torneo para un equipo de Oceanía, un continente que nunca había llegado hasta  las semifinales.  El propio Auckland tenía el quinto puesto del Mundial de 2009 como su  actuación más brillante en sus seis participaciones anteriores.

Por contra, el Cruz Azul firmó un papel decepcionante en un torneo que  disputaba por primera vez y donde se quedó con un discreto cuarto lugar, sin  poder igualar los mejores resultados del país, las terceras plazas de Necaxa en  el 2000 y de Monterrey en el 2012.

El Cruz Azul empezó más entonado en el partido y dispuso de las primeras  ocasiones, con un balón de Alejandro Vela al que no llegó por poco Joao Rojas  (11) en boca de gol y luego un disparo de Marco Fabián con la zurda, que atajó  Jacob Spoonley, arquero suplente habitualmente en el equipo neozelandés.

La mejor ocasión la tuvo el Auckland antes del descanso en las botas del  argentino Emiliano Tade, en un mano a mano (27) en el que salvó el guardameta  Jesús Corona, y luego el propio Tade lo intentó en el 41.

Pena máxima  

Cuando todo el mundo pensaba ya en el descanso, un centro de Tade para su compañero Ryan De Vries (45+2), que recibió en el área y cruzó lejos del  alcance de Corona, permitió al holandés firmar su segundo gol en este Mundial y  poner al Auckland por delante.

En la segunda mitad, el Cruz Azul entró con rabia y Rojas estuvo a punto de empatar con un remate de cabeza que cruzó demasiado (51), antes de que un  tanto, igualmente de cabeza, le fuera anulado al argentino Formica (53) por fuera de juego.

El gol del empate llegó en el 57, en un nuevo remate de cabeza de Rojas que  despejó el defensa japonés Takuya Iwata, pero el rechace fue para el  ecuatoriano, que esta vez con el pie no perdonó.

Sin apenas ocasiones claras,el partido fue a los penales para decidir el tercer  clasificado, donde el Auckland sólo falló uno (John Irving, al larguero), por  los dos que erraron Formica (alto) y Valádez (paró Spoonley).