La cifra de alumnos muertos por el tiroteo en la escuela municipal Tasso de Silveira, en Rio de Janeiro ascendió esta noche a 12 tras confirmarse el fallecimiento de un niño de 13 años que estaba hospitalizado.
La Secretaría de Salud informó que el niño falleció en el Hospital Saracuruna, adonde había sido enviado tras recibir un balazo en el establecimiento luego que ingresara disparando contra los alumnos Wellington Menezes de Oliveira.
EL FANATISMO RELIGIOSO DEL AUTOR DE LA MASACRE
La carta que dejó el autor de la matanza en la escuela de Río de Janeiro, Wellington Menezes de Oliveira, de 23 años, muestra a un individuo con una personalidad trastocada, cargada de fanatismo, tal como lo reproduce la prensa brasileña, tras los detalles que entregó la policía.
El joven que mató a 12 niños de la Escuela Municipal Tasso de Silveira, y luego se suicidó, estaba decidido a cometer la masacre. En la carta dice tener VIH y menciona "la impureza de los niños". "Era un fanático religioso, tenía un cuadro de demencia religiosa", según la policía militar.
En un extracto de la carta divulgada, entre otros, por el diario O Dia, el asesino se preparaba para morir en la escuela y reclamaba que lo entierren al lado de su madre, Dicéa Menezes de Oliveira, en el cementerio Murundú.
"Necesito de la visita de un fiel seguidor de Dios en mi sepultura por lo menos una vez, necesito que el ore frente a mi cajón pidiendo el perdón de Dios por lo que hice, rogando para que Jesús me despierte del sueño de la muerte para la vida", explicaba.
En otro pasaje de la misiva, pedía ser envuelto en una sábana blanca que el mismo iba a dejar después de la masacre en la escuela. "Los impuros no me podrán tocar sin usar guantes, solamente los castos o los que perdieron su castidad luego del casamiento y no se involucraron en adulterio podrán tocarme sin usar guantes, o sea, ningún fornicador o adúltero podrá tener contacto directo conmigo ni tocar mi sangre", dice el texto.
Menezes era hijo adoptivo. Su madre había fallecido en 2009. Hace ocho meses se había ido a vivir de Ralengo al vecino barrio de Sepetiba.
Así lo contó su hermanastra mayor, Roselaine, de 49 años: "El estaba medio extraño, se había hecho musulmán. No tenía amigos, vivía frente a la computadora y hacía ocho meses que se había marchado de nuestra casa".
"El era extraño, muy reservado, se hizo musulmán. No siguió el camino e su madre, que era Testigo de Jehová", contó a la radio Bandenews la hermanastra del autor de la masacre.
Menezes de Oliveira ingresó a la escuela donde había estudiado y saludó a una funcionaria. Se presentó como ex alumno que iba a dar a una charla, aprovechando que el centro educativo estaba convocando a veteranos para explicar sus experiencias a los niños y adolescentes, dado que la escuela cumple en 2011 cuarenta años de trayectoria.