El incremento del número de soldados británicos caídos en la guerra de Afganistán no parece haber afectado al apoyo de los ciudadanos a la participación de Reino Unido en ese conflicto.

Eso es lo que se desprende de un sondeo llevado a cabo por encargo del diario The Guardian y de la BBC, según el cual un 46 por ciento está a favor de que el país siga combatiendo allí a los talibanes frente a un 33 por ciento que apoyaba la guerra en 2006.

En esos tres años, la oposición popular a la participación británica en esa guerra ha caído de un 53 a un 47 por ciento.

El sondeo se efectuó casi en coincidencia con la noticia de la muerte de ocho soldados británicos en veinticuatro horas, lo que elevó a 15 el total de los caídos en el mes de junio y a 184, las bajas desde el inicio de la guerra, en octubre del 2001.

El sondeo se publica cuando el Gobierno se dispone a aumentar la fuerza militar británica en aquel país y dotarla de más recursos, como vienen solicitando reiteradamente los mandos militares.

Según adelanta el diario, Gordon Brown se dispone a incrementar a 9.000 el número de soldados británicos frente a los 8.300 actuales.

Los jefes del Ejército habían solicitando reforzar el contingente británico con 2.000 soldados, pero el ministerio de Economía se negaba a ello por motivos económicos.

Sin embargo, tras la noticia de la muerte de los ocho soldados, el titular de Hacienda, Alistair Darling, aseguró que si las tropas británicas que luchan en aquel país necesitan más equipo, del tipo que sea, "lo tendrán".

Pese a las noticias sobre el crecimiento del apoyo popular a la guerra, el vicepresidente de la oposición conservadora, John Maples, dijo a The Guardian que "la gente comienza a preguntarse si puede ganarse esa guerra y si nuestros objetivos tienen sentido en vista de las tropas y los recursos que estamos dispuestos a comprometer".