La posibilidad de conseguir bienes y propiedades con precios entre 10% y 15% más bajos que los de mercado está incentivando las compras a través de los remates. En 2009, la demanda por los productos rematados se ha incrementado fuertemente. La casa de subastas Macal -que representa alrededor del 65% de los remates inmobiliarios que se realizan en el país- ha ofrecido a la fecha 612 propiedades, de las cuales el 76% se ha vendido. El año pasado, frente a la misma oferta, vendió sólo el 61%.
El alza en las transacciones está siendo impulsada, principalmente, "por una mayor liquidez de las personas y porque se ha aplicado un sinceramiento en los precios producto de la crisis financiera", sostiene el gerente del Area Inmobiliaria de Macal, Pablo Stevenson. Agrega que hoy "se está más dispuesto a que el mercado fije los precios de venta, con el objetivo de que los bienes se vendan rápido". Fenómeno que se ha notado con más fuerza este año, comenta.
Durante la crisis asiática, aseguran en Macal, los bancos decidieron acumular carteras y no rematarlas hasta que mejorara la situación. "Al final terminaron con miles de propiedades que fueron liquidadas a precio de huevo", dice. Ahora, las instituciones financieras están apostando a rematar rápido, tanto por el costo de administración de mantener esas propiedades, como por lo ocurrido en la crisis anterior.
Además, agrega, los bancos se están resguardando de un posible efecto tardío, en cuanto a que en 2010 su carteras de propiedades aumente.
De hecho, sostiene Stevenson, "han llegado bancos que me han entregado carteras de propiedades y me han dicho esto vale 100, pero ofrécelo a 30". Así, agrega, en plena crisis ha habido remates donde han participado más de 1.500 personas, donde se vende todo.
Macal ofrece unas 1.200 propiedades al año, además de bienes muebles. El 70% de los remates proviene de bancos y el resto de particulares. La compañía mueve alrededor de US$ 100 millones al año, de ellos US$ 65 millones provienen de la venta de propiedades y el resto de bienes muebles.
CRECEN LAS QUIEBRAS
A fines del año pasado Macal puso a su abogado jefe, Claudio Mecinas, a cargo de una temática específica: las quiebras. Los remates que provienen de estos procedimientos judiciales se han incrementado un 50% en el último año, destaca Stevenson. De hecho, si el año pasado del total de la facturación un 10% provenía de las quiebras, ahora está cifra subió a entre 20% y 25%.
Al igual que los bancos, los síndicos aceleraron el remate de bienes ante las incertidumbres futuras y el desgaste de los productos. "Antes las quiebras se demoraban mucho. Ahora se nota que los procesos son definitivamente más cortos", destaca Stevenson.
Para 2009, las proyecciones de Macal apuntan a ofrecer hasta 1.200 propiedades, de las cuales esperan vender 700.