El número de candidatos para reemplazar a Pascal Lamy como jefe de la Organización Mundial de Comercio creció este viernes debido a que México, Nueva Zelanda, Jordania y Kenia sumaron sus
postulaciones, cuando quedan 10 días para realizar nominaciones.

El ganador enfrentará el desafío de ser la cara de una institución que ha permanecido estancada durante años en las negociaciones globales de comercio, con poco poder real para forzar un acuerdo más allá de adular, alentar y ocasionalmente culpar a sus miembros.

México nominó a Herminio Blanco, quien negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte.

Amina Mohamed de Kenia, subdirectora del Programa de Medioambiente de Naciones Unidas, se convirtió en la tercera mujer y la segunda persona africana en la contienda, mientras que Jordania postuló al ex ministro de Comercio e Industria Ahmad Hindawi, el primer nominado de Oriente Medio hasta el momento.

Nueva Zelanda nominó a su ministro de Comercio Tim Groser, quien se sumó al ghanés Alan Kyerematen, a la costarricense Anabel González y a la indonesia Mari Pangestu en la carrera por asumir la dirección de la OMC una vez que el segundo mandato de Lamy expire el 31 de agosto.

Muchos diplomáticos del sector comercial creen que el empleo debería recaer sobre un candidato africano, latinoamericano o caribeño, debido a que en sus 17 años de historia la OMC ha sido liderada casi siempre por alguien de un país desarrollado. La única excepción es Supachai Panitchpakdi, de Tailandia.

El organismo busca acuerdos comerciales y fiscaliza el comercio global, por lo que ha enfrentado un aumento de los litigios a medida que sus miembros luchan por una porción de la torta que, si bien no se está achicando, se espera que crezca apenas un 2,5% este año.

El aumento de las disputas está obligando a la OMC ha redestinar personal, según diplomáticos y documentos en el organismo de comercio global en Ginebra que en agosto tenía 157 miembros.

Mohamed, quien habla ruso de manera fluida, es la única que no es ni ha sido ministra de Comercio, pero fue embajadora ante la OMC desde el 2000 al 2006 y presidió varios de los comités más importantes, incluido su organismo de resolución de disputas en el 2004.

Su nominación podría dividir el respaldo africano y dañar las posibilidades de Kyerematen, quien fue designado como el candidato aprobado por la Unión Africana este año.

Si ambos africanos avanzan hasta las etapas finales de la carrera, a medida que se retiren los candidatos con menores posibilidades, una división en Africa podría jugar a favor de otro bloque regional. Cuando Lamy consiguió el cargo hace ocho años, muchos culparon a Brasil por arruinar las posibilidades del candidato de Uruguay.