Fuerzas armadas, incluidos vehículos blindados, irrumpieron en la base aérea ucraniana de Belbek, la última guarnición militar de importancia en la península de Crimea, realizando disparos al aire, indicaron diversas agencias de noticias presentes en la zona.
El blindado rompió la puerta de entrada a la base, cerca de Sebastopol, donde un hombre apuntó con su arma a los soldados ucranianos. Al lugar también acudió una ambulancia.
Testigos dijeron que en la acción hay al menos dos personas heridas y que un contingente ucraniano permanece atrincherado en el edificio.
Al menos seis carros blindados rusos participan en el asalto, en el transcurso del cual se han oído disparos y al menos un periodista ha resultado herido, según varias fuentes citadas por el periódico ucraniano "Ukrainskaya Pravda".
El canal 5 de la televisión ucraniana informó de que la base ucraniana es atacada con granadas aturdidoras por miembros de las llamadas autodefensas de Crimea, a los que el autoproclamado Gobierno de la península, incorporada a Rusia, dio estatus de unidades militares.
Poco antes, el portavoz del Ministerio de Defensa ucraniano en Crimea, Vladislav Selezniov, informó en su página de Facebook sobre el ultimátum al personal de la base aérea para que entregara las instalaciones.
El comandante de la base aérea, Yuli Mamchur, que hoy se niega a rendir el aeropuerto a las tropas rusas, fue uno de los primeros en exigir al Ministerio de Defensa de Ucrania que decidiera el futuro de los militares ucranianos emplazados en Crimea.
Hace casi diez días, Mamchur advirtió a los altos mandos militares del país de que "en caso de que no se tomen las correspondientes decisiones", su unidad se vería obligada "a actuar de acuerdo al Código de las Fuerzas Armadas de Ucrania hasta el extremo de abrir fuego".
Ya entonces reconoció que los militares ucranianos en Crimea son conscientes de que no podrán "resistir por mucho tiempo contra unas tropas rusas más numerosas, mejor armadas y preparadas".
Hoy, los mandos de varias unidades ucranianas emplazadas en la península han denunciado la desidia de la cúpula militar y política del país a la hora de decidir los pasos que deben seguir los soldados que no quieren rendir sus destacamentos a las tropas rusas.
Las noticias de unidades, aeropuertos y barcos ucranianos asaltados y tomados por hombres uniformados que se identifican como fuerzas crimeas se suceden día tras día sin apenas reacción de Kiev.
El ministro de Defensa ucraniano, Ígor Teniuj, cargó sobre la cúpula política de Ucrania la responsabilidad de tomar una decisión sobre el futuro de las tropas de este país en la rebelde península.